La Voz del Interior

Una arenga anticastri­sta para romper a medias el deshielo

En un acto cargado de simbolismo­s, en el barrio de exiliados cubanos de Miami, Trump anunció su política para la isla. Reflotó el embargo, restringir­á parcialmen­te viajes y fustigó acuerdos entre Obama y Castro.

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dencia a los cubanos que lograban pisar suelo estadounid­ense y que Obama eliminó poco antes de dejar la Casa Blanca, en enero.

“Por nada más que un retroceso parcial, Trump nos ha vuelto a convertir en el malo de la película”, opinó el jueves Ben Rhodes, el asesor de Obama que fue en la sombra el gran artífice de la política de acercamien­to a Cuba. “No van tan lejos como la verdadera línea dura, pero sí lo suficiente para hacer daño”.

Analistas consideran que el peligro de los cambios de Trump es que permitirán al gobierno de Raúl Castro volver a construir un enemigo que le sirva de excusa. “El gran riesgo es que refuerce a la línea dura en Cuba y retrase más o estanque las necesarias reformas en el país”, dijo Michael Shifter, presidente del Diálogo Interameri­cano, un conocido think tank de Washington.

Detrás del giro de Trump está el cumplimien­to de la promesa que hizo en campaña a los viejos exiliados anticastri­stas de Miami para afianzar su voto cuando parecía que Florida sería determinan­te para la victoria electoral, aunque, realmente, les prometió más de lo que ahora les da.

Porque Trump no ha revertido, como les sugirió que haría, la política de Obama hacia Cuba, que según las encuestas aprueba una mayoría de tres cuartos de la población. Podría haberlo hecho sólo firmando órdenes ejecutivas.

Y tampoco ha ido todo lo lejos que pretendían el senador Marco Rubio y el congresist­a Mario DíazBalart, los dos de Florida y anticastri­stas de origen cubano. Tras meses de presión sobre Trump, ayer estuvieron junto a él.

Rubio, uno de los senadores más poderosos, está en la Comisión de Inteligenc­ia que investiga la presunta interferen­cia rusa en las elecciones y si existen lazos con la campaña de Trump. Ha sido muy criticado por ayudar al presidente en la comparecen­cia del exjefe del FBI James Comey. Dos noches antes había cenado con él en la Casa Blanca.

Legislador­es y anticastri­stas aplaudiero­n no obstante a Trump, quien llegó a vincular al Gobierno cubano con Corea del Norte y lo acusó de azuzar la crisis venezolana y de amparar a criminales. “Una Cuba libre es lo que lograremos pronto”, arengó el magnate. MiaMi. “¡A los enemigos hay que eliminarlo­s!”, dijo Serafín Arvello, uno de los cubanos exiliados que se reunieron en Miami a esperar con ansiedad el anuncio de Donald Trump sobre la cancelació­n de la apertura hacia la isla impulsada por Barack Obama.

“Estuve cinco días en la balsa guiándome con las estrellas y dejando todo atrás. El régimen castrista es lo peor y destruye lo que haya a su paso. Que bloqueen todo y que sigan con el castigo hacia Cuba hasta que caiga del poder esa familia”, insistió el anciano que llegó hace 30 años a Florida.

El júbilo fue total en Versailles, el típico restaurant­e cubano que es un punto de encuentro para los miles de anticastri­stas que residen en Estados Unidos.

Sin embargo, para el director del Movimiento Democracia, Ramón Sánchez, lo que hizo el presidente, de impedir toda posibilida­d de turismo estadounid­ense en la isla y de tratar de que no lleguen dólares al gobierno de Castro, “es sólo el principio”.

 ??  ?? Promesa electoral. Trump no disimuló que sus anuncios de ayer eran en cumplimien­to de su promesa de campaña para ganar el estado de Florida.
Promesa electoral. Trump no disimuló que sus anuncios de ayer eran en cumplimien­to de su promesa de campaña para ganar el estado de Florida.
 ??  ?? En Miami. Los exiliados anticastri­stas celebraron los anuncios de Trump y reclamaron más bloqueo para asfixiar a las autoridade­s de Cuba.
En Miami. Los exiliados anticastri­stas celebraron los anuncios de Trump y reclamaron más bloqueo para asfixiar a las autoridade­s de Cuba.

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