Apatía y Macron, los mensajes del electorado francés
El partido del flamante presidente logró una amplia victoria en las legislativas. Tendrá mayoría absoluta. Pero el nivel de abstención fue récord.
La victoria de Emmanuel Macron en los comicios presidenciales de Francia del 7 de mayo y la mayoría legislativa absoluta tras las elecciones de ayer consolidan la ruptura de la tradición bipartidista de las últimas décadas en ese país y posicionan al mandatario en una situación de poder acumulado que desde hace tiempo no se producía allí.
Francia dijo otra vez “Macron” en las urnas: la fuerza electoral que el mandatario encabeza (La República en Marcha) y un partido aliado (Modem) estaban obteniendo más de 360 de 577 diputados posibles, según el escrutinio oficial al cierre de esta edición, lo que construye una mayoría parlamentaria absoluta.
Sin embargo, no todo es tan simple. Francia también dijo: “Así no me interesa”. La abstención computada superaba el 56 por ciento. Un récord. De cada 10 franceses en condiciones de votar, casi seis prefirieron no hacerlo, poco más de dos optaron por el nuevo oficialismo y los dos restantes se dividieron entre conservadores, socialistas, izquierda y nacionalismo (en ese orden). El mensaje más nítido emitido por la ciudadanía gala fue la apatía.
De cualquier modo, ya se puso en marcha la máquina de las comparaciones históricas en la prensa francesa. Al nuevo presidente se lo compara, con mayor o menor grado de atino, con Luis XIV, Napoleón, Napoleón III, el general Charles De Gaulle o François Mitterrand. La lista no es exhaustiva, pero va acompañada de adjetivos grandilocuentes como “monárquico”, “absolutista”, “imperial”. Pero más allá de las exageraciones, todo el paquete semiótico intenta traducir una realidad: desde Mitterrand, presidente entre 1981 y 1995, no ha habido otro que pro-