La cláusula gatillo sube salarios de estatales
La Provincia aplicará, por primera vez, un aumento automático para la administración pública por el aumento acumulado hasta mayo. El reajuste será del 0,26% y con impacto en el medio aguinaldo. En el Centro Cívico calculan que el costo fiscal es de $ 11,7
Por primera vez, la Provincia tendrá que aplicar la denominada la cláusula gatillo en los salarios de los empleados públicos.
Esa herramienta, que se acordó en la paritaria con el Sindicato de Empleados Públicos (SEP) y con la Unión de Personal Superior (UPS), implica un reajuste automático para los estatales de la administración central, hospitales y otras reparticiones, en línea con la suba general de los precios.
En el caso del gremio docente (UEPC), la eventual aplicación de este instrumento recién se activará en noviembre y enero próximos (ver aparte).
El convenio firmado entre el Gobierno provincial y los gremios establece parámetros de inflación acumulada que, si se superan, gatilla un ajuste directo en los sueldos acorde a la diferencia verificada.
El sindicato que preside José Pihen negoció un incremento salarial del 19,5 por ciento, por liquidarse en dos etapas: 12,5 por ciento en febrero pasado (1,5 fue para compensar la pérdida de poder adquisitivo en 2016) y siete por ciento en julio.
En la misma acta se estableció un aumento automático si la inflación de enero a mayo superaba el 11 por ciento, y si de enero a octubre excede el 18 por ciento.
Para el primer tramo ya están los números de la medición que realiza la Dirección de Estadística y Censos provincial. Ese relevamiento estableció que entre enero y mayo la suba de precios acumulada fue de 11,26 por ciento.
Por lo tanto, hay una diferencia de 0,26 puntos que el Gobierno debe cubrir.
La secretaria General de la Gobernación, Silvina Rivero, confirmó a La Voz que el reajuste será retroactivo a mayo, que se liquidará la diferencia con los haberes de junio y que, además, impactará sobre el medio aguinaldo.
Si bien el porcentaje no es significativo para el bolsillo, sí lo es como precedente, en especial por la posibilidad de que siga siendo usado en futuras negociaciones paritarias para desacoplar las expectativas inflacionarias. Adelanto
En la práctica, la cláusula gatillo implica adelantar parte del segundo tramo del aumento salarial acordado para este año.
Rivero explicó que lo que hace la Provincia es adelantar el 0,26 por ciento de desfase por la inflación, lo que evita a los agentes públicos la depreciación del aumento acordado.
Cuando aplique el siete por ciento de la paritaria (julio) ese 0,26 por ciento se deducirá del total. Después quedará cotejar la carrera contra la inflación acumulada hasta octubre.
El costo fiscal de la cláusula gatillo (retroactivo a mayo e incluido el medio aguinaldo) es de 11,7 millones de pesos (incluye jubilaciones y pensiones).
El mecanismo fue clave este año para destrabar la puja salarial y evitar conflictos, como el que protagonizaron el año pasado tanto
los empleados públicos como los docentes, a raíz de la negativa del Gobierno a reabrir la paritaria, tal como estaba contemplado en las actas de 2016 en caso de que la inflación superase la suba acordada en el arranque del año.
En ese momento, la controversia se produjo por las distintas mediciones de la inflación que sostenían las partes y porque no estaba pactado qué índice se tomaría como referencia. Cómo sigue
La segunda revisión del SEP y de los jerárquicos será el 30 de octubre y, si la inflación para ese mes supera el 18 por ciento, también habrá una actualización automática.
El convenio prevé que la aplicación de la cláusula tiene como límite la evolución de la recaudación provincial.
Hasta mayo, los ingresos totales –impuestos propios y recursos por coparticipación nacional– crecieron 1,5 por ciento interanual en términos reales, es decir, descontada la inflación.
En tanto, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) de Córdoba fue de 1,47 por ciento en enero, 2,32 en febrero, alcanzó su pico con 3,40 por ciento en marzo, 2,26 en abril y llegó a su nivel más bajo en mayo, con un 1,37 por ciento.
El acumulado enero-mayo fue de 11,26 por ciento y refleja una baja interanual, ya que en el mismo período de 2016 el aumento de precios llegó a 19,80 por ciento.
Por su parte, la denominada inflación núcleo (sin precios regulados ni los estacionales) acumuló hasta mayo un incremento de 9,19 por ciento. La diferencia se explica por las tarifas de gas y luz.