Venezuela, fortalecida ante el fracaso de OEA
La 47ª Asamblea General de la organización cerró sin consenso sobre la crisis venezolana. Pedido de respeto a los DD.HH., liberación de presos políticos y elecciones quedaron truncos.
Un grupo de países liderado por Estados Unidos fracasó en su intento de incluir una referencia a la crisis de Venezuela en el proyecto de resolución general sobre derechos humanos que se votó en la 47ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), realizada en Cancún, México.
“Ya se cerró la resolución, no hay referencia alguna a la grave situación de Venezuela”, dijo ayer el embajador mejicano en OEA, Luis Alfonso de Alba, a medios de comunicación de todo el continente en los pasillos del hotel Moon Palace, sede del encuentro.
El grupo de países, en el que están otras grandes potencias de la región como México y Brasil, buscaba incluir en la resolución una petición para que el gobierno de Nicolás Maduro reconsidere el cambio constitucional al que llamó, entre otras demandas, como liberación de presos políticos y convocatoria a elecciones.
El texto, para ser aprobado, necesitaba 18 votos. El formato de resolución general era la fórmula que habían ideado los países opositores a Maduro para no irse de la Asamblea sin aprobar ningún texto sobre la crisis de Venezuela, el tema que en términos de diplomacia definía el éxito o el fracaso del encuentro.
Esa estrategia era más fácil de llevar a cabo que presentar un proyecto de resolución nuevo en la Asamblea fuera de plazo, lo que requería 23 votos (dos tercios de los 35 estados miembro).
De ese modo, el grupo impulsor –que también integraba Argentina– tenía que convencer al menos a tres países para que se sumen al grupo de 20 que el lunes apoyó una resolución en la reunión de cancilleres que pedía reconsiderar la Asamblea Constituyente, pero que no prosperó porque allí eran necesarios 23 votos.
El fracaso del texto tiene un fuerte valor simbólico, puesto que el principal impulsor era Estados Unidos, país que el presidente Maduro utiliza con frecuencia para justificar los males de Venezuela, con frases como “los opositores cipayos brazo derecho del imperialismo que pretende insuflar Estados Unidos”.
La confusa posición adoptada por el gobierno de Maduro desde que a finales de abril inició el proceso para dejar la OEA, generó el rechazo en bloque a todos los proyectos de resolución que ese país presentó en Cancún.
De hecho, la comisión general rechazó las iniciativas sin siquiera tenerlas en cuenta, “por improcedentes”, según un comunicado oficial de la organización argumentando fallas técnicas adrede.
El texto que más atención había captado fue uno sobre la desaparición de los 43 estudiantes mejicanos de Ayotzinapa, por la incomodidad en la que podía situar al país anfitrión de la cita. El actual Gobierno de México viene siendo criticado dentro y fuera del país por la investigación del caso, plagada de irregularidades y que, casi tres años después, sigue sin encontrar a los jóvenes muertos.
EE.UU. sólo podría imponErnos algo con sUs marinEs, y la rEspUEsta nUEstra sEría contUndEntE. Delcy Rodríguez, canciller de Venezuela dEbEmos hacEr algo En la oEa por vEnEzUEla, pEro sin intErvEnir: lo mEjor, Una advErtEncia. John Sullivan, representante de EE.UU. en la OEA no salió la rEsolUción, pEro 20 paísEs dE 35 crEEn qUE hay Una dictadUra En nUEstro país. Julio Borges, líder opositor y presidente del Parlamento venezolano