El paro de colectivos también le pegó duro al comercio en negro
No sólo los negocios establecidos formalmente en el microcentro de la ciudad de Córdoba recibieron un duro golpe durante las dos semanas de huelga de choferes que paralizó la actividad en toda el área.
Paradójicamente, también fueron afectados su competencia desleal: los vendedores ilegales de mercaderías en las peatonales y otras calles céntricas.
En efecto, durante los días del paro, el comercio ilegal se redujo en un 42 por ciento.
La Cámara de Comercio de Córdoba releva todos los meses la incidencia del comercio ilegal, que roba clientes a los comercios establecidos. Y reclama, regularmente, mayores controles a la Municipalidad de Córdoba y a la Dirección de Rentas de la Provincia.
Entre el 5 y el 9 de junio, en 35 calles relevadas, la cámara registró 106 puestos en actividad, contra 250 en la misma semana de mayo (42,4 por ciento menos) y 248 en abril (42,7 por ciento menos).
Esa fue, precisamente, la primera semana del paro de los colectiveros.
Los comerciantes también miden la cantidad de personas trabajando en esos puestos. En junio, anotaron a 136, mucho menos de la mitad de los 395 que habían registrado en la misma semana de mayo y bastante menos que los 327 que habían apuntado en abril.
Uno de cada cuatro puestos (24 por ciento) se dedicaba a vender indumentaria y el 17 por ciento juguetería. El 21 por ciento eran multirrubros y el 18 por ciento vendían productos que pueden considerarse artesanales.
El resto, se reparte entre la venta de alimentos, gafas y anteojos y películas.
De todos modos, esta distribución muestra importantes altibajos mes a mes, exhibiendo probablemente su alta rotación y cambio de productos por factores estacionales.