Más que Paso parecen un tropiezo
Vencido el plazo para la presentación de listas de precandidatos a candidatos a diputados y senadores nacionales, cabe la obligación de reflexionar acerca de las próximas elecciones Primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso).
En este año electoral, las Paso serán un simple formalismo, ya que casi ninguna fuerza política celebrará elecciones y sus candidatos a legisladores nacionales se medirán directamente en la compulsa de octubre.
Aun así, el Estado Nacional está obligado a cumplir con la ley y, por tal razón, destinará alrededor de 2.800 millones de pesos para todo el despliegue electoral del 13 de agosto próximo.
La voluntad popular se ve desvirtuada cuando la primaria servirá para legitimar y posibilitar las candidaturas de octubre.
Si bien estas Paso no son el papelón de las candidaturas testimoniales, serán un nuevo capícandidatos tulo de nuestra alicaída tradición cívica. Sera que aquí también se deberá usar el dicho: “Así no va más”.
Según la ley de su creación, la elección Primaria abierta, simultánea y obligatoria es una eficaz herramienta para que la voluntad popular pueda expresarse de manera positiva en la construcción de la mejor opción, pero en esta oportunidad electoral se verá desvirtuada por coyunturales estrategias distantes a solucionar los problemas del pueblo.
La ciencia política y el Derecho electoral han ofrecido nuevas herramientas para posibilitar democratizar los partidos políticos y estas agrupaciones eligieron cerrarse en modo siglo 20. Curiosamente, otra oportunidad desperdiciada para intentar fortalecer nuestro alicaído sistema feudal de partidos políticos.
Pareciera que las próximas primarias se convertirán en un caro simulacro de elecciones, cuando en realidad serán una gran encuesta rentada con los fondos del Estado. A primera vista, servirá para darle legitimidad al “dedo”. Dilema de nuestra democracia. Queremos crecer como sociedad, pero hacemos todo lo contrario.
Todo esto debería abrir un serio debate acerca de la verdadera utilidad de estas primarias en un país como el nuestro, donde los ciudadanos vemos que las urgencias son otras, antes que ratificar en elecciones abiertas desvirtuadas. Ojala que la próxima reforma electoral no sólo aspire a cambiar el instrumento de votación sino que valore modificar el sistema en su integridad.