Etiquetas en política
Una característica de las redes sociales son las etiquetas. A mi entender son el claro ejemplo de la comunicación que tenemos hoy en día: segmentada, acotada y sin profundidad porque, en definitiva, todo debe entrar en 140 caracteres. Esas etiquetas te definen, te caracterizan y así te presentan ante el mundo.
A meses de las elecciones, pareciera que estas nuevas formas de comunicarse han invadido el espacio político. ¿Dónde quedaron los debates de cada partido con sus ideologías? La reaparición de Cristina Fernández inunda las redes sociales etiquetándola con “pedidos de detención” y, al mismo tiempo, como “la única esperanza para poner un freno a las políticas de ajuste de Macri”.
La TV nos llena de etiquetas sobre la expresidenta pero poco importa lo que ha dicho, todo se resume en si irá presa o su candidatura. En las redes, se muestran a los políticos etiquetados: una es “yegua”, el otro es “gato”. Una es “chora”, el otro es “corrupto”. Me pregunto si esas etiquetas influirán al momento de votar.
¿Qué se nos pasará por la cabeza cuando estemos frente a las urnas? ¿Pensaremos en las políticas públicas de sistemas económicos capitalistas, socialistas y comunistas o en las de esos países llamados “Primer Mundo” sin saber cómo llegan a la calidad de vida que tienen?
Estimo que hasta octubre la campaña nos ofrecerá un hermoso sinfín de acusaciones, trapitos sucios ventilados frente a la pantalla, embarazos, abortos, sustancias ilegales, dólares, robos y periodistas que pedirán condenas de años a más de un político.
Quizás aquel Marcelo Hugo con su “Gran cuñado” en 2001 fue un visionario que anunció en que se convertiría la política argentina: un gran reality show, donde los políticos protagonistas y sus problemas son el material de consumo de nuestra sociedad.
Los ciudadanos nos hemos transformado en personas con responsabilidades cívicas perdidas a las que no nos importa demandar que nos comuniquen las políticas públicas. Tal vez la comunicación nos ha convertido en una nueva era de individuos que sólo se maneja etiquetando a su entorno.
Políticamente hablando podemos pensar que si no votaste a Macri sos kirchnerista y viceversa. Tan pobre y vacía es la discusión. ¿Tan etiquetado se convirtió el debate por nuestro futuro?