El ex-Abasto, una sucesión de fracasos
En el primer trimestre de 2004, el entonces intendente Luis Juez daba a conocer su idea para desarrollar una zona deprimida de la ciudad de Córdoba: el ex-Mercado de Abasto.
El sector, ubicado en el límite norte del área central, iba a recibir inversiones públicas y privadas para que cambiara su perfil y se desarrollara. Así nacía el Portal del Abasto.
Siguiendo esa misma línea, el sucesor de Juez en la Municipalidad, Daniel Giacomino, anunció la construcción de la nueva sede del Concejo Deliberante, lo que iba a ser el puntapié inicial del Portal.
La construcción de la sede se inició en 2007 y se abandonó un año después. Esa obra no es más que una continuidad de fracasos por parte del Estado municipal para desarrollar el sector.
El camino se inició en la intendencia de Ramón Bautista Mestre, con la relocalización del mercado frutihortícola de la ciudad.
Continuó con los planteos fallidos de Rubén Américo Martí: la instalación de un “telepuerto”, que iba a congregar a empresas tecnológicas en esa área de la ciudad. Luego, se pretendió construir un estadio cubierto, al que se llamó “superdomo”.
A los tropiezos de Martí, les siguieron los de Germán Kammerath, que quería instalar una sede del Museo Nacional de Bellas Artes en los galpones todavía en pie, y construir la Plaza de la Música donde luego se comenzó a ejecutar la obra del Concejo.
El ex-Abasto sirve de ejemplo de la incapacidad de las sucesivas gestiones municipales para desarrollar la ciudad. Gestiones que ni siquiera pudieron desarrollar un puñado de manzanas.