La Voz del Interior

Comisaría que no responde

- Lidia Lewczuk

Escribo desde el cansancio y la desilusión, frustrada, porque quienes tienen que defenderno­s no lo hacen. Acudo a este medio para ver si hay alguna opción. Mi zona parece liberada, estamos sitiados por ladrones violentos. El viernes pasado, a las 23.10, cuando mi esposo entraba con el auto a casa, fue asaltado brutalment­e por dos jóvenes armados, quienes le exigieron el auto y las llaves de la casa. Yo estaba adentro y sentía lo que sucedía.

Pueden creer o no, pero mi esposo invocó la protección de Dios a los gritos, y los ladrones huyeron llevándose el Ipad y su teléfono. Pudo terminar en una tragedia, estaban furiosos, y otros dos ladrones ocultos los esperaban en motos grandes.

Con otras personas estuvimos llamando a la Policía de todas maneras, pese a que la comisaría está a pocas cuadras. Esperamos, con mi esposo sangrando, más de dos horas. Nadie apareció, nadie contestó, cortaban cuando llamábamos.

Estoy indignada, como ciudadana me siento estafada. Cuando lo llevábamos al hospital, pasamos por la puerta de la comisaría, había dos patrullero­s afuera y adentro varios policías conversand­o tranquilam­ente (Duarte Quirós al 3800, edificio nuevo). Esta no es la primera vez. Nos han asaltado ya ni sabemos cuántas veces, y siempre pasó lo mismo. He perdido toda la confianza en una fuerza que debería protegerno­s.

Tenemos alarma, rejas, custodia vecinal, es una vergüenza vivir así. Resulta indigno ver cómo asaltan a plena luz del día en todas estas cuadras a la altura de Duarte Quirós al 4300). Sin dudas habrá excepcione­s, pero sinceramen­te esto asusta. ¡En qué se ha convertido mi ciudad! Tengo mucha tristeza.

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