Moconá automatiza sus operaciones
Invirtió $ 20 millones en un robot que le permitió armar un almacén inteligente capaz de manejar insumos para siete mil muebles. Su Fundación Universidad de Oficios le permite hacer sustentable el negocio, con un alto impacto social.
Moconá apuesta a la automatización de la mayor parte de sus procesos, incluso hasta la atención a los clientes y la entrega de maderas.
La cadena de venta mayorista de maderas inauguró ayer su almacén inteligente, en el que invirtió 20 millones de pesos.
Se trata de un robot desarrollado por Homag, una compañía alemana perteneciente al grupo Durr, holding europeo dedicado al armado de plantas automotrices.
Sus directivos llegaron ayer a la planta en ruta 5, ya que se trata del segundo equipo en el país (el primero fue en Buenos Aires) y del evento participaron grandes cadenas de Brasil y de Chile interesadas en esta tecnología.
El almacén tiene capacidad para siete mil placas (35 mil metros cuadrados), lo que equivale a siete mil muebles. El robot, que llevó un año instalar, almacena, clasifica y prepara pedidos tanto para la venta como para ser procesados.
Así lo advierte Mery Lunge, socia gerenta de la firma, quien destaca que el robot “no reemplaza puestos de trabajo, sino que facilita el trabajo de quienes están en el área depósito; de hecho, tuvimos que incorporar a un par de personas y capacitar a todo el equipo”.
Moconá no fabrica muebles, pero produce piezas y partes para la industria del mueble, para armadores, constructores y el usuario final profesional.
Procesa todos los meses 20 camiones de placas realizando 80 mil cortes mensuales. La implementación de este robot le permitirá pasar a 120 mil cortes al mes.
La cadena tiene tres puntos de venta propios, dos locales franquiciados, 18 subdistribuidores y 50 empleados directos y 200 indirectos.
Sustentables
Según Lunge, el año empezó con un crecimiento lento, de un dígito, pero la proyección es que ese ritmo aumente a fin de año por más actividad desarrollista.
“Moconá tuvo un gran crecimiento, sobre todo en piezas y partes para el armado de muebles, después de que implementamos la escuela de oficios, en el que apoyamos mucho a los emprendedores. Eso mejoró la empleabilidad de los cuentapropistas”, explica la empresaria.
Se trata de la Fundación Universitaria de Oficios (FUO), una entidad creada en 2013, dedicada a formar personas en actividades como carpintería, construcción en seco y tradicional, diseño e instalaciones, entre otras.
Allí se dictan 14 cursos de oficios de tres a cuatro meses. Además, hay materias transversales como costos y presupuesto, ética y valores, y emprendedorismo. Así se logra impacto social y se genera mercado para sus productos.