Un “narcorrobo”, la clave para hallar 176 kilos de marihuana
Al menos dos ladrones intentaron llevarse la droga. Los vecinos advirtieron algo raro y alertaron a la Policía.
El mensaje llegó en el mismo momento a los 670 teléfonos celulares del grupo vecinal de WhatsApp de barrio Altamira, al este de la ciudad de Córdoba.
A las 2.36 de la madrugada de ayer, alguien alertó: “En Río Primero al 1000 hay dos sujetos en el techo de una casa”.
De inmediato, un oficial de la Policía que forma parte del grupo –en el marco de un programa estatal de prevención puesto en marcha hace ya un tiempo– respondió que un móvil iba al lugar.
Casi de manera paralela, otro vecino activaba la alarma comunitaria.
Cuando los primeros agentes llegaron, este hombre les contó que dos muchachos habían bajado del techo del domicilio señalado y se habían apurado a subirse a un auto rojo que los estaba aguardando.
Fue entonces que los policías decidieron inspeccionar el techo indicado. Allí, se percatan de que estaban acumuladas varias bolsas de consorcio, y al abrirlas constataron que en su interior había diferentes “ladrillos” de marihuana.
Dieron aviso primero a la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA), que se apartó ya que por la magnitud que se presumía ya no era de competencia provincial (narcomenudeo).
Minutos después, llegaron los agentes de la delegación Córdoba de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina, que corroboraron que en total había 176 kilos de marihuana, en 228 “ladrillos”.
¿Cómo había llegado la droga a ese techo de barrio Altamira? Con directivas del Juzgado Federal N° 2, a cargo de Alejandro Sánchez Freytes, los agentes federales inspeccionaron primero el domicilio y constataron que se trataba de un galpón en el que se confeccionaba indumentaria textil.
De allí, fueron a ver al propietario, quien indicó que lo había alquilado a un hombre vecino del barrio, que ya le adeudaba un par de meses.
Fueron a la casa de este sujeto, a la de su mujer y a la de sus padres, pero no lo encontraron por ninguna parte. Está prófugo.
Según distintas averiguaciones, la sospecha más fuerte que manejan los investigadores es que los dos sujetos que habían sido vistos por los vecinos en el techo eran ladrones. Y que habían ingresado en ese galpón para ejecutar un “narcorrobo”.
“Tenían el dato de que allí había mucha droga y la fueron a robar; para no salir por el frente, pusieron una mesa atrás y la fueron subiendo al techo para luego bajarla, pero la alarma comunitaria no les dio tiempo”, dijo una fuente.
“No tocaron nada más, sólo fueron a robar la droga”, agregó el informante y explicó que esta avidez por conseguir marihuana puede deberse al histórico secuestro de más de tres toneladas de esa droga que se produjo la semana pasada en Córdoba.
Esto hace conjeturar que hay escasez de marihuana para la venta al menudeo en algunas partes de la ciudad de Córdoba, lo que puede generar este tipo de robos entre traficantes.
Es sólo una hipótesis, ya que la investigación recién comenzó cuando los policías provinciales subieron al techo y se toparon con las bolsas de consorcio.
Tampoco está claro si el prófugo era un traficante o si sólo cobraba para guardar la droga.
Lo que nadie duda es que detrás de semejante cantidad no hay ningún improvisado.