Tienen 14, 15, 17 y 20 años los acusados por un crimen
El fiscal de Jesús María elevó a juicio la causa por el asesinato de un camionero. Se sospecha que lo mataron para robarle cuando frenó a descansar.
El fiscal de Jesús María José Almeyda elevó a juicio la causa por el crimen del camionero Gustavo Ariel Racca (38), ocurrido en la madrugada del 28 de diciembre pasado y por el que fueron detenidas cuatro personas, un mayor y tres adolescentes.
Los acusados tienen 14, 15, 17 y 20 años, dato que no deja de llamar la atención de los investigadores.
Ariel Fernando “Petete” Luberchi (20) y una adolescente de 17 años enfrentarán los cargos de robo calificado más homicidio agravado criminis causae (se entienden que mataron para que el camionero no los denunciara por el robo).
El fiscal también le corrió noticia al juez de familia por la situación de otros dos adolescentes, de 14 y 15 años, quienes habrían participado del crimen, pero son inimputables.
El expediente de la causa acumuló cuatro cuerpos y 720 fojas, y fue tramitado por la Secretaría Nº 2, a cargo de Ramiro Nuñez.
En la madrugada del 28 de diciembre, Racca transportaba una carga de helados desde Buenos Aires hasta Sinsacate, pero antes de llegar a destino detuvo su marcha en Jesús María, presumible- mente porque el sueño le impedía continuar.
Lo que no sabía era que esa parada iba a resultar su último viaje. Racca fue abordado por Luberchi y los otros tres adolescente –una mujer entre ellos–, quienes le robaron el dinero que tenía encima y le dispararon a quemarropa en la zona intercostal izquierda, según la causa.
No hubo nada que hacer cuando llegó a los pocos minutos la Policía: la muerte de Racca fue en el acto.
Alguien vio correr a los delincuentes hacia el interior del barrio donde, finalmente, se produjeron las detenciones, pocas horas después.
A Luberchi la Policía lo seguía por otros delitos: el más reciente había sido un robo a una estación de servicio y estaba prófugo, pero los agentes de seguridad tenían noticias de que continuaba por esa zona.
Su modus operandi era rudimentario, básico, casi infantil porque acostumbraba a robar cerca de su casa.
Fue así que resultó detenido junto a uno de los adolescentes, momento en el que se secuestraron 3.200 pesos, un arma de fuego y algunas balas.
La extracción del proyectil del cuerpo del camionero terminó por vincular ambas causas.
A los pocos días del asesinato, Luberchi fue trasladado a Bouwer con prisión preventiva. Allí, esperará ahora el juicio.