Un contrato a ocho años para salir de la precariedad actual
Pliego. Inicialmente se había fijado un precio de 800 mil pesos, que luego fue eliminado y se consagró la gratuidad, con el objeto de que haya más interesados. En igual sentido, también se dejó sin efecto la prohibición a que participen empresas extranjeras. Ambos cambios fueron introducidos por el Concejo Deliberante.
Ofertas. La ciudad se divide en tres zonas, como actualmente: al norte y sur del río Suquía más el área céntrica. Cada oferente debe cotizar por las tres zonas, pero puede quedarse como adjudicataria de sólo dos como máximo. El contrato será a ocho años con opción a prórroga por dos más.
Reciclado. La principal novedad que supone el nuevo servicio es la extensión de la separación de residuos en origen a la totalidad de la ciudad. Esa tarea en los últimos años estuvo restringida a unos pocos barrios y fue cayendo aceleradamente hasta casi desaparecer. Además de una aceitada logística para recoger el material, la separación demanda a las empresas una fuerte tarea previa de información y concientización de los vecinos. De poco servirá la extensión de esa modalidad a toda la ciudad si luego no se refleja en un incremento proporcional de la cantidad de residuos que van a reciclaje.
Costo. La recolección de residuos cuesta hoy unos 108 millones de pesos al mes. Atento al nuevo esquema de prestaciones, en el Ejecutivo creen que podría elevarse hasta 140 millones de pesos. Se trata del contrato más grande que tiene la ciudad y que insume entre un 15 y un 20 por ciento del Presupuesto municipal.
Regulación. El debate legislativo por el pliego trajo por añadidura la aprobación de un marco regulatorio del servicio de higiene que inicialmente no estaba contemplado. Esa herramienta permite tener parámetros concretos de los deberes y obligaciones de las prestatarias, y así medir mejor la calidad del servicio.