El DDT fue reclasificado como un contaminante de alto riesgo por investigaciones sobre el cáncer
UN PROBABLE CANCERÍGENO. El dicloro difenil tricloroetano (DDT) fue reclasificado en junio de 2015 por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (Iarc) de la OMS, de probable cancerígeno (Grupo 2B) a posible cancerígeno (Grupo 2A), lo que significa que se dispone de suficiente evidencia de que el plaguicida causa cáncer en animales de laboratorio, así como evidencia limitada de su carcinogeneidad en seres humanos.
VARIOS TIPOS DE CÁNCER. En esa revaluación, la Iarc también señala que estudios epidemiológicos encontraron asociaciones positivas entre la exposición al DDT y linfoma no Hodgkin, cáncer testicular y de hígado.
DEPRESOR INMUNOLÓGICO. Además, el estudio ratificó que existe fuerte evidencia experimental de que el DDT puede suprimir el sistema inmunológico y generar disrupciones en las hormonas sexuales.
PERSISTENTE. Por otra parte, en 2006 el DDT fue incluido por las Naciones Unidas en la Convención de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) en la denominada “docena sucia”, integrada por los tóxicos más peligrosos por sus efectos adversos en la salud humana y el ambiente.
NO SE ELIMINA. El DDT, al ser definido como parte de los compuestos orgánicos persistentes, no sólo persisten en el ambiente, sino también en el organismo de las personas. Por esto, las personas lo llevarán por siempre y es necesaria la remediación.