Confesión
El llamado a la Policía que permitió empezar a descubrir todo.
El viernes 9 de junio a la noche, Paola Cuartara (30) llamó al 101 y confesó que meses atrás ella había asesinado a su pequeño hijo de 4 años, Luciano. El cadáver fue encontrado esa misma noche en una obra de construcción a las afueras de Pilar. No estaba enterrado. en la cabeza.
En una construcción a medio terminar, en un sector rural ubicado a siete kilómetros de la zona urbana, cerca de la casa paterna de la mujer, los policías encontraron un cráneo y algunos huesos.
Luego se determinó que los restos pertenecían a Luciano; y que el filicidio había ocurrido a comienzos de este año, y no hacía tres meses como indicó ella en un comienzo.
Pese a que Paola confesó haber matado a su hijo, la Fiscalía sospecha que no cuenta toda la verdad y encubre a alguien.
Según dijo, tomó semejante determinación porque no podía superar la muerte de otro hijo recién nacido, que falleció en julio del año pasado por causas naturales.
Hace 10 días, Paola se negó a declarar ante la fiscal.
En los últimos días se le realizó un peritaje psiquiátrico, ya que varios dudaban de su estado mental. El resultado del informe mostró que Paola “comprende y dirige sus acciones, aunque presenta un retraso mental leve”.