La Voz del Interior

Gotas sobre las heridas de lo dulce

- amareco@lavozdelin­terior.com.ar Alejandro Mareco

Al cabo de algo más de dos minutos del fluir de notas compartida­s en cofradía sinfónica, el piano despertó con un arresto de fuerte presencia, y en los dedos sensitivos y precisos de Nelson Goerner salió a transitar por los senderos sentimenta­les de Frederick Chopin. La abundancia expresiva de un gran corazón romántico se derramaría entonces como lluvia sobre un penumbroso empedrado del tiempo, sin perder la huella de extraordin­arias y conmovedor­as melodías.

Sería un largo momento de plenitud hecho de muchos momentos del Concierto para piano y orquesta número 2 en fa menor, uno de los dos que compuso el genial pianista y que estrenó en 1830 en su Polonia natal. La hondura de su percepción melancólic­a del discurrir de la vida, acaso de las heridas de lo dulce, se desliza en una obra que, aunque públicamen­te tuvo otra destinatar­ia, estuvo inspirada en su frustrado amor juvenil por la cantante Konstancia Gladkowska.

Y todo estaría contado a través de las manos de los músicos de Orquesta Sinfónica de la Provincia y las del sobresalie­nte pianista argentino. Goerner nació hace 48 años en San Pedro, Buenos Aires, y su arte ha sido reconocido y celebrado en auditorios europeos y entre orquestas y directores de los más destacados. Chopin es una de sus mayores especialid­ades, o, acaso, debilidade­s.

Pasó el viernes a la noche en el teatro San Martín, en uno de los episodios de la Fundación Proarte.

Después de la media hora del concierto, tan caudalosos fueron los aplausos que el pianista no sólo debió salir a saludar varias veces, sino a interpreta­r dos bises. Primero, una versión deliciosa del Nocturno en do sostenido menor póstumo, de Chopin. Luego, su gran técnica quedó expuesta en el Estudio parta mano izquierda, de Blumenfeld. Y habría otro largo momento de plenitud; fue la segunda parte, a cargo en soledad de la Orquesta Sinfónica provincial, que dirige Hadrian Avila Arzuza. Levantó con luz propia los pinceles con los que el compositor inglés Edward Elgar trazó

Variacione­s enigma (1899), su más reconocida obra, que consiste en un puñado de retratos sonoros de su esposa y de amigos (hasta es posible que el de un perro). El maravillos­o universo humano que cabe en las existencia­s de un sencillo alrededor fue otra vez pintado con esplendoro­sa manera.

Jueves de la Jam

El ciclo que la Jam de Folklore (Diego Bravo, pianos: Julián Beaulieu; guitarras; José Gómez; percusión, y Chelko Pajón, bandoneón) viene ofreciendo tuvo otro feliz episodio con la presencia de la Bruja Salguero. Fue el jueves, en Cocina de Culturas. La riojana, que canta con sabor y conciencia, reapareció por Córdoba luego de la consagraci­ón cosechada en el último Cosquín.

Un pequeño capítulo aparte pero compartido hicieron Virginia Mazzini, canto, y Cucho Pillado, en bajo. Y en la sala repleta estaba el cura Guillermo “Quito” Mariani, que con casi 90 años se dio el gusto de bailar una zamba y un gato.

 ?? (GENTILEZA FUNDACIÓN PROARTE CÓRDOBA) ?? Piano sensitivo. Nelson Goerner y el Steinway del San Martín.
(GENTILEZA FUNDACIÓN PROARTE CÓRDOBA) Piano sensitivo. Nelson Goerner y el Steinway del San Martín.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina