Arma y auto robados
El grupo usaba una de las pistolas sustraídas en 2015 de la Jefatura de Córdoba. Los delincuentes están detrás de asaltos domiciliarios.
Buscan a una banda que andaba con un arma oficial y un auto robado a la Policía. El grupo usaba una de las pistolas sustraídas en 2015 de la Jefatura de Córdoba.
El fin de semana, se llevaron un auto que ya había sido robado y que custodiaba la Policía.
El fin de semana fue el colmo: abandonaron un Ford Fiesta Kinetic tras un robo, la Policía puso custodia, ellos volvieron y se lo llevaron de nuevo.
La Justicia y brigadas investigativas de la Policía provincial trabajan, sin éxito por ahora, para atrapar a una peligrosa banda de delincuentes que viene cometiendo asaltos domiciliarios en la ciudad de Córdoba.
Cómo será la temeridad de los asaltantes que no sólo usaban una pistola 9 milímetros Bersa Thunder Pro del lote robado de la Jefatura de Policía de Córdoba, sino que el fin de semana pasado le robaron a la propia fuerza un auto que había sido recuperado tras un asalto.
La pistola ya fue secuestrada por la Policía. Pero no fue obtenida en un procedimiento o en un allanamiento, sino que los delincuentes la dejaron abandonada en un auto.
Manos arriba
El pasado sábado, el grupo cometió un violento asalto domiciliario en un domicilio ubicado en el barrio Las Lilas, de la ciudad de Córdoba.
En el episodio, los asaltantes se apoderaron de dinero, distintos bienes y cargaron todo en dos vehículos de la familia: un Chevro- let y un Ford Fiesta Kinetic rojo, según dijeron fuentes policiales.
Ambos autos fueron hallados abandonados por la Policía gracias al llamado de un vecino, ese mismo sábado a la siesta, en una esquina de barrio Yapeyú.
Mientras se esperaba que llegaran los peritos de la Policía Judicial para realizar inspecciones, se dispuso que un cabo quedara como custodia de ambos coches.
Y pasó lo insólito: el Fiesta Kinetic desapareció.
Todo indica que fue sustraído por la misma banda que lo había dejado abandonado.
El policía que estaba a cargo de la custodia terminó siendo sancionado y quedó en situación pasiva por orden del Tribunal de Conducta Policial.
Nuevo asalto
Las cosas no se iban a quedar ahí. El lunes último, a la noche, dos días después del asalto en Las Lilas, la banda del Fiesta Kinetic, presuntamente con el apoyo de otro auto, un Toyota Corolla, cometió otro violento asalto domiciliario en barrio San Martín.
Enterada la Policía del episodio, se montó un operativo tipo cerrojo y ya en zona de barrio Cofico una patrulla se enfrentó a tiros con los delincuentes. No hubo heridos.
Como resultado de ese enfrentamiento, el Corolla quedó abandonado. En su interior, los policías hallaron dos pistolas calibres 22 y 9 milímetros, cargadas.
Tras constatar su numeración, se confirmó que la Bersa Thunder pertenecía al lote de al menos 72 pistolas sustraídas de Jefatura en 2015.
De esas armas robadas, unas 21 ya fueron recuperadas. La Justicia provincial indicó que hasta ahora no recibió colaboración policial en esta investigación, según reveló La Voz el domingo último.
¿Son policías?
Si bien nadie lo asegura, tam- poco se descarta. El interrogante está latente y causa inquietud en ámbitos oficiales, y nadie quiere hablar con micrófono encendido. ¿Hay policías involucrados en esta banda que se mueve de forma impune por la ciudad de Córdoba, asaltando a familias, y contando con poderosas armas de fuego?
A nadie le pasa por alto que el grupo, además de violento, no trepida en robar elementos a la propia fuerza de seguridad.
¿Tendrán más armas de las sustraídas en la Jefatura? Este es otro de los interrogantes sin respuestas.
La banda de asaltantes sería, a su vez, la misma que el pasado miércoles 14 de este mes a la noche cometió un asalto domiciliario contra una familia en calle Trafalgar, barrio Alta Córdoba.
La banda escapó en un coche no identificado y en un Chevrolet Sonic.
En medio de la fuga, se toparon con una patrulla ya en barrio General Paz y se produjo un violento tiroteo. No hubo víctimas, pero el móvil terminó con varios impactos de pistola calibre 40.
Los delincuentes huyeron y dejaron abandonado el Chevrolet Sonic en barrio Pueyrredón y lo incendiaron para borrar pruebas.
El resto del grupo escapó en un Peugeot 308 oscuro.