Con datos a favor, el consumo espera la recuperación
La economía, el flanco más débil de Mauricio Macri en el plebiscito que planteó para la elección legislativa, muestra buenos resultados desde mayo, según proclama el Gobierno nacional.
La actividad se recuperó 3,3 por ciento en ese mes, el mejor resultado en 18 meses. La mejora alcanzó, incluso, a la industria manufacturera –2,5 por ciento–, que quebró 15 meses de caída, según el Indec.
El trabajo “en blanco” – que se mide a través del Sistema Integrado Previsional Argentino (Sipa)– también le regaló una sonrisa a la cruzada del macrismo.
El empleo registrado creció 1,5 por ciento en mayo. Los nuevos puestos sumaron 176 mil posiciones. La cantidad total de trabajadores alcanzó a 12.106.700, de acuerdo con el Ministerio de Trabajo de la Nación. La mala es que la industria sigue registrando menos puestos ocupados.
La alternativa “el futuro o el pasado” es una opción riesgosa para Macri y sus seguidores, más allá de los logros en el ordenamiento institucional y económico, la lucha contra la corrupción y el narcotráfico y la puesta en marcha de uno de los mejores planes de obras públicas de las últimas décadas (el sector de crecimiento más firme).
¿Por qué? Porque el salario real no acompañó aún el aumento de empleo, con lo cual los ingresos –incluidos los de los jubilados– son insuficientes para pagar el alquiler o la compra de alimentos. La oposición usa estas banderas, cuando años atrás afirmaba que “no existía” la inflación y que la Argentina tenía menos pobres que Alemania.
Un informe del Ieral (Fundación Mediterránea) revela una caída real de 3,3 por ciento de la masa salarial del primer semestre.
Para Trabajo, el salario real de los ocupados (aumento nominal menos la inflación) se recuperó en mayo y este año tendrá una mejora del cuatro por ciento. En 2016, había caído ese porcentaje.
¿Por qué sigue estancado el consumo o con caída en algunos rubros? “Porque la suba de impuestos y en los servicios achicó la compra de otros bienes”, expliEl