Rescatan del olvido a las heroínas de América latina
Es un trabajo gráfico que incluye figuritas de estas heroínas que contribuyeron con la emancipación, pero quedaron en el olvido. La ilustradora Mariana Baizán las retrató para acercarlas a las nuevas generaciones.
¿Cuántos nombres de mujeres que participaron de las luchas por la Independencia en la región somos capaces de recordar? La respuesta pondrá de manifiesto lo poco que se habla de ellas y lo ocultas que quedaron en la historia.
Con el afán de hacer conocer las proezas que se les adjudican, especialmente a las nuevas generaciones, un libro de figuritas rescata a varias de estas mujeres.
El libro se llama Libertarias y fue editado en conjunto por los sellos Las Juanas (de la agrupación La Colectiva) y Chirimbote (el mismo sello de la serie Antiprincesas y Antihéroes). Las páginas muestran las historias de mujeres que participaron de distintas maneras y desde diferentes roles en las luchas independentistas de Latinoamérica.
La autora del libro es la dibujante mendocina Mariana Baizán. Hace un par de años, su mamá le mostró un pequeño artículo de un diario que hablaba de María del Valle, militar afroargentina que fue parte del Ejército del Norte durante toda la guerra de la Independencia, a quien la tropa llamaba “Madre de la Patria”. Esa historia llamó su atención y fue el puntapié del libro.
“Existió esta mujer superimportante en esa época y hoy nadie la conoce. Ahí me dije cuántas mujeres más habrá que nunca aparecieron en los libros de historia por ser mujeres, indias o pobres. La historia es una selección de hechos. Entonces dije ‘bueno, vamos a hacer otra selección de hechos’. Y así fue”, dice Baizán. Rostros que se perdieron Libertarias reúne más de 50 mujeres y colectivos de mujeres. Por cada una hay un pequeño texto y una figurita. Todas las imágenes están en planchas troqueladas y autoadhesivas para ir completando.
“Me gusta la historia, pero yo no soy historiadora ni he pretendido serlo con este trabajo porque no es una investigación historiográfica, sino una presentación de personajes”, dice Baizán.
Cuando se puso a trabajar en la recopilación de luchadoras, encontró que a muchas de ellas no se les conoce su cara, por lo cual hubo que imaginarlas y recrearlas. “El desafío fue ponerles rostros a mujeres cuya imagen había desaparecido de la memoria. De la mayoría no hay retratos”, señala Baizán.
A lo largo del proceso, fue encontrando un montón de nombres que desconocía. “La mayoría fueron mujeres de pueblos que la situación las sobrepasó y deciRemedios dieron salir a luchar. Casi ninguna tuvo una formación militar”, cuenta Baizán sobre las libertarias. Así, a lo largo de las páginas hay guerreras, indias, espías, sirvientas, mulatas, esposas, hijas y un amplio abanico de mujeres que participaron de los procesos de independencia.
Algunas historias las llenaron de admiración, como las mujeres de la resistencia salteña encabezadas por Juana Gabriela Moro y María Loreto Sánchez Peón de Frías, quienes actuaban como espías en el norte del país.
“Se autoconvocaron para ayudar al Ejército de Manuel Belgrano. Ellas no iban cuerpo a cuerpo a la lucha, ellas estudiaban a los españoles, se metían en los cuarteles y traían datos, en los dobladillos de las faldas cruzaban información por la frontera. Soy fan de ellas”, cuenta.
Otras de las libertarias que recorren las páginas son Bartolina Sisa de Bolivia, la tucumana Manuela Pedraza, Juana Azurduy, Micaela Bastidas en Perú, Manuela Sáenz en Venezuela, Policarpa Salavarrieta en Colombia, Altagracia Mercado en México y Janequeo en Chile.
“Con todo este proceso me di cuenta de que la libertad del continente fue un trabajo conjunto de ambos géneros”, concluyó.