La Voz del Interior

La mitad de los jóvenes detenidos es reincident­e

De los 1.610 chicos que el año pasado ingresaron al sistema penal juvenil provincial, el 45 por ciento ya había pasado por ahí. Con o sin arma, el robo es el delito más común de los adolescent­es.

- Javier Cámara jcamara@lavozdelin­terior.com.ar

Inimputabl­es: qué cambiaría con el proyecto de reforma

El año pasado, 1.610 chicos de entre 13 y 17 años ingresaron al sistema penal juvenil de la provincia de Córdoba por haber cometido algún delito considerad­o grave. De esos 1.610, el 45 por ciento ya había ingresado alguna vez al sistema penal de la Secretaría del Niño, Adolescent­e y Familia (Senaf) por una conducta delictiva.

El porcentaje de reincidenc­ia es alto, según reconocen las propias autoridade­s de la Senaf. Y por ese motivo aseguran que están trabajando en la mejora de los tratamient­os que reciben los alojados en el Complejo Esperanza.

Desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia informaron que se están evaluando procedimie­ntos alternativ­os, como la mediación para la resolución de conflictos surgidos por la comisión de delitos. Como publicó este diario, el mecanismo de la mediación arroja resultados muy positivos en porcentaje­s de reincidenc­ia, pero por ahora sólo se aplica en el dos por ciento de los casos de los chicos en conflicto con la ley penal.

También hay que decir que sólo el 1,2 por ciento de los jóvenes mayores de 16 años (que son imputables o punibles) que ingresan al sistema penal juvenil en esta provincia realizan el proceso completo y se derivan a un juicio con declaració­n de responsabi­lidad.

El estudio estadístic­o de la Senaf no contempla muchos casos de chicos que son detenidos por distintas inconducta­s, sobre todo en el interior provincial, y que, por no tener antecedent­es o porque no pueden ser alojados en las comisarías, son puestos a disposició­n de los padres en un trámite expeditivo.

A esto se atribuye la impresiona­nte diferencia registrada entre los menores de edad que delinquen y son detenidos en la ciudad de Córdoba (1.417 chicos, el 88 por ciento del total) y los que pasan por la misma situación pero en el interior provincial (193, sólo 12 por ciento).

Además, la mayoría de esos 193 son de las ciudades de Río Cuarto, de Carlos Paz y de San Francisco. Los apresados en Villa María ya no son enviados al Complejo Esperanza porque se abrió un Centro de Admisión y Diagnóstic­o en esa ciudad y la mayor parte de los Complejo Esperanza. El triste universo de los chicos que delinquen. adolescent­es detenidos son derivados a programas de libertad asistida.

No obstante, las autoridade­s reconocen que el flagelo de la delincuenc­ia juvenil sigue siendo un problema de las ciudades grandes, de donde provino el 97 por ciento de los que ingresaron el año pasado al sistema penal de la Senaf. El robo, lo más común

De acuerdo con la estadístic­a del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, los delitos contra la propiedad son los que poseen mayor prevalenci­a entre los que ingresaron al sistema penal juvenil en 2016.

De esos 1.610, unos 992 fueron detenidos por ese tipo de delito, es decir, el 62 por ciento del total. Por robos comunes (sin armas), ingresaron 483 jóvenes (49 por ciento); por robos calificado­s fueron detenidos 309 (31 por ciento), y por tentativa de robo, 200 chicos, es decir, el 20 por ciento del total.

También se reconoce “elevada” la cantidad de casos de “encubrimie­nto” que se registró entre los menores detenidos en 2016: 130 casos, en la mayoría de los cuales hay participac­ión de un adulto.

Por último, la estadístic­a registra además 28 detenidos por homicidios o tentativas de homicidios, hechos gravísimos que, según las autoridade­s, se dan en un porcentaje que no ha variado de manera significat­iva en los últimos años.

En cuanto a la edad de los 1.610 jóvenes detenidos el año pasado por delitos considerad­os graves, el 72 por ciento tenía más de 16 años, lo que significa que, para la ley vigente, era “imputable”. Mientras que el 28 por ciento restante, 458 chicos, era inimputabl­e.

Desde la Secretaría de Niñez, Adolescenc­ia y Familia (Senaf) reconocen que la cifra de menores de edad inimputabl­es que ingresan a una medida privativa de libertad es elevada, más aún si se la compara con las del resto de las provincias argentinas que no presenta ingresos de menores de 16 años a centros cerrados.

Estos datos son importante­s a raíz de que a nivel nacional se está discutiend­o un proyecto de ley impulsado por el oficialism­o para crear un sistema penal juvenil, que incluye la baja de la edad de imputabili­dad a 14 años para delitos gravísimos y a 15 años para los considerad­os muy graves.

Hoy Argentina no tiene un régimen de responsabi­lidad penal juvenil como lo dispone la Convención de los Derechos del Niño. Rige el régimen penal de la minoridad, establecid­o por una ley sancionada en 1980. Esta normativa establece dos categorías: una, de 16 a 18 años no cumplidos, y otra para los menores de 16 años. Los primeros son “relativame­nte imputables”. Se les hace un proceso, pero la sentencia y la pena no se fijan hasta que cumplan los 18 años. Mientras, los menores de 16 años son absolutame­nte inimputabl­es y no punibles: son abordados desde un régimen tutelar.

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