Muerte tras asalto
Cuatro jóvenes son juzgados por un robo en el que la víctima se descompensó. Los acusados confesaron el episodio delictivo, pero niegan que lo hayan matado.
Cuatro jóvenes son juzgados por un robo en el que la víctima se descompensó.
Los acusados confesaron el episodio delictivo, pero niegan que hayan matado a la víctima.
El hecho genera una controversia judicial.
Cuatro jóvenes pueden recibir una drástica condena de prisión si en el juicio por jurados al que son sometidos se considera que el robo a un jubilado tuvo con ver con su muerte casi inmediata.
El debate que se realiza en la Cámara 8ª del Crimen analiza el asalto en la casa de Jesús Armando Ordóñez (71), a las 20.45 del 1° de abril de 2015, en barrio Talleres Este, de la ciudad de Córdoba.
Allí llegaron en un Fiat Palio los hoy acusados Dara Macarena Suárez Ríos (18), Maximiliano Lucas Leguizamón (20), Daniel Alejandro Romero (26) y Cristian Miguel Leguizamón (27), quien se quedó al volante mientras los otros tres tocaban la puerta de casa para emprender el atraco.
El hombre fue sorprendido y sufrió varios golpes. Los tres jóvenes –que en el juicio ya reconocieron su participación en el robo domiciliario, al igual que el chofer– se llevaron una billetera con 305 pesos y una cámara fotográfica Samsung.
El hombre, que padecía insufi ciencia cardíaca y utilizaba un marcapasos, sufrió un shock cardiogénico, por lo que fue asistido por un servicio de emergencia que no pudo sacarlo del colapso.
La hija de la víctima –que resi día en una vivienda al fondo de la casa– alcanzó a escuchar a su padre antes de morir y pudo alertar a la Policía, que atrapó a los jóvenes en las inmediaciones.
Las descripciones de la víctima sirvieron para comprometer a los hoy acusados.
En este juicio también se incluyó a un acusado por otra requisitoria fiscal, Jonathan Ernesto Leguizamón (18, hermano de los anteriores), a quien le endilgan cinco delitos contra la propiedad.
A poco del inicio del juicio por jurados, el fiscal de Cámara Hugo Almirón pidió el agravamiento de la imputación para Cristián Leguizamón, quien llegó a juicio como partícipe necesario del delito de robo, entendiendo el acusador que debe responder por homicidio en ocasión de robo en carácter de partícipe necesario.
Los otros tres están acusados de coautores de homicidio en ocasión de robo.
Como estrategia, las defensas de los cuatro acusados del crimen eligieron reconocer que habían participado en el robo, pero que no habían tenido nada que ver con el fallecimiento posterior de Ordóñez.
En este delicado punto, mucho tendrá que ver la comprobación de la violencia que pudiera haberse ejercido sobre la víctima del robo. El martes proseguirá el debate con los alegatos de las partes ante el jurado popular.