Trump intenta sacarle rédito al “Rusiagate”
Ante las denuncias, el presidente de EE.UU. cita el escándalo como persecución política. Afirmó que la investigación muestra el rencor de las elites contra la clase obrera blanca de su país.
WASHINGTON. En lugar de evitar toda polémica sobre la investigación acerca de los contactos de su equipo de campaña con Rusia, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le está sacando provecho y la cita con frecuencia para atacar a los demócratas y a los medios de comunicación, y alimentar así la indignación de sus seguidores más leales.
Trump argumenta que la investigación es consecuencia de la parcialidad y el rencor de las élites mediáticas y de los demócratas contra su base política, la clase obrera blanca norteamericana.
Ha etiquetado las pesquisas como un intento nefasto de deshacer los resultados de la elección presidencial de noviembre pasado y de arrebatar el poder a los votantes que han sido marginados.
“No pudieron vencernos en las casillas de votación, por lo que están tratando de engañarlos sobre el futuro y el futuro que ustedes desean”, dijo Trump durante un mitin celebrado en la noche del jueves en Huntington, Virginia Occidental. “Están tratando de engañar a los líderes que ustedes quieren con una historia falsa que es degradante para todos nosotros y, lo más importante, humillante para nuestro país y humillante para nuestra Constitución”.
El mensaje está en línea con el viejo llamado de Trump a los votantes, a los que ha calificado como “los hombres y mujeres olvidadas del país” y que se han quedado sin voz en el gobierno. Trump se presenta como la voz del agraviado que entiende sus problemas.
Mientras tanto, el magnate republicano parece avanzar sólidamente en el terreno que más le preocupa a su base electoral: la economía, que ha tenido un desempeño fuerte durante sus primeros seis meses en el cargo.
En la semana que acaba de terminar, señaló de manera reiterada que el mercado de valores había alcanzado nuevas alturas. El viernes subrayó la creación de más de 200 mil empleos en julio y que la tasa de desempleo es del 4,3 por ciento, igualando un mínimo no visto en los últimos 16 años.
Trump llevó sus argumentos a nuevas alturas, reforzándolos con su vieja condena del “pantano” de Washington, que según él perjudica a muchos estadounidenses.
Victimización “Él no sólo está siguiendo el guion partidista, sino que de alguna manera está acusando a todo el sistema de perseguirlo a él y a todo lo que querían los votantes”, dijo el historiador presidencial Julian Zelizer, profesor de la Uni
TRUMP TIENE PREVISTO BOICOTEAR EL ACUERDO NUCLEAR, Y LA UNIÓN EUROPEA DEBE ESTAR MUY ATENTA PARA EVITARLO. Hassan Rohani, presidente de Irán
versidad de Princeton.
Zelizer sostuvo que depender de la base política conlleva riesgos para Trump, quien ya ha sufrido grietas en su apoyo, encarnado por relaciones tensas con el liderazgo republicano. Tres senadores de su partido se rebelaron y votaron en contra de un proyecto para reformar la ley de salud. “Esto podría ser un camino peligroso. La base sola no puede protegerlo”, manifestó Zelizer.
La mayoría de los estadounidenses no parecen compartir las opiniones de Trump sobre la investigación. Cerca del 60 por ciento de los estadounidenses dicen no creer que Trump esté tomando con suficiente seriedad la investigación de la interferencia rusa en las elecciones de 2016. Casi el mismo porcentaje cree que Trump intentó sabotear la investigación, según una encuesta de Quinnipiac publicada esta semana.
Sin embargo, en Virginia Occidental, el presidente calificó la interferencia de Rusia como “un invento total” y como una excusa de los demócratas que quieren cobrarle su derrota del año pasado.
En los últimos días, el magnate enfrentó algunas situaciones difíciles, entre ellas, la decisión del fiscal especial, Robert Mueller, quien pidió la formación de un gran jurado para investigar la supuesta intromisión de Moscú para perjudicar a Hillary Clinton en las presidenciales. Pero fue en el plano internacional donde el mandatario norteamericano se mostró más irascible, tras promulgar una ley aprobada por el Congreso que endurece sanciones a Rusia, a Corea del Norte y a Irán.
También esta semana la figura de Trump desató polémicas, tras la divulgación de un “reto” que meses atrás le hizo al presidente de México, Enrique Peña Nieto, por decirle a la prensa que su país no está dispuesto a pagar el muro que Washington quiere construir en la frontera sur. “No puedes decir que no pagarás el muro”, dijo Trump a Peña Nieto en una conversación de enero, reflotada por
The Washington Post. El presidente estadounidense le habló a su par mejicano como si Estados Unidos fuera el amo del mundo.