“Después de que me quedé de año, hice un clic a nivel personal”

Agustina (19) terminó el secundario en un colegio privado de la ciudad de Córdoba, el año pasado. “Todos los años me llevaba bastantes materias, pero en cuarto año no zafé”, relata. Tenía tres previas, dos correlativas, además de inglés. Y no pasó.

“En el momento fue difícil, aunque tenía buena relación con el colegio, tenía miedo de perder mi grupo de amigas. Pero no fue así, me sigo juntando con las chicas de mi promoción”, cuenta.

Recursó cuarto en el mismo colegio, pero a mitad de año pidió el pase a otra institución porque, dice, se dio cuenta de que no la estaba pasando bien. Pero en sexto año, regresó al primer colegio y fue elegida “mejor compañera”.

Agustina dice que la mayoría de los temas de cuarto año los recordaba porque, en realidad, se quedó por materias de años anteriores. Repetir, remarca, significó más que volver a cursar todas las materias. “Hice un clic grande a nivel personal. Me sentía más madura, veía las cosas de otra manera. Cambié. Me puse las pilas. Antes me llevaba seis materias y, después, una o dos”, explica.

En la familia, la noticia no cayó del todo bien. “Mis padres están separados. Vivo con mi papá. Él me comprendía, siempre me apoyó. Mis abuelos estuvieron un mes sin hablarme. Es que casi todos los hijos fueron abanderados. Pero, después, cuando me vieron bien, se dieron cuenta de que no era el fin del mundo”, asegura.

La joven empezó este año la carrera de Licenciatura en Geografía, pero no la pudo continuar porque le quedó pendiente una materia del secundario.