La Voz del Interior

Hay una pelota entre los dos

Suar, Julieta Díaz y Carnevale cuentan cómo es “El fútbol o yo”

- Javier Vogel Especial

Se trata de la historia de una pareja que cruje a partir de la conducta adictiva de Pedro (Adrián Suar), un fanático del fútbol al que le da lo mismo ver a Argentinos Juniors, su equipo, que a Banfield, Barcelona o un partido de la liga de Qatar a las 4 de la mañana.

Lo que sigue, siempre atravesado por la desesperac­ión de él por ir a la cancha o ver la tevé y la angustia de ella al asumir que la pelota se lleva puesto el matrimonio, es una serie de encuentros, confusione­s y desencuent­ros propios de las comedias románticas.

Desde que se conocieron los primeros avances, el filme está envuelto en una discusión mediática y judicial por una denuncia de plagio al libro Enfermo de

fútbol, de Daniel Frescó, un periodista que sostiene que su novela editada en 2016 contiene numerosas similitude­s con el producto que se verá en las pantallas. La acusación se basa en la adicción del protagonis­ta al deporte y en la frase–ultimátum que le lanza la esposa en medio de la historia: “El fútbol o yo”, que termina dándole nombre a la película.

En Buenos Aires, el trío conversó con VOS acerca de las cuestiones artísticas y también legales.

–¿La película intenta hablar de fútbol, de las adicciones o de lasparejas?

–(Marcos Carnevale) El eje está puesto en que el protagonis­ta es alguien que consume fútbol. Nos planteamos contar la historia de una pareja desgastada. No es la historia de un futbolero, sino la de una pareja que tiene un problema con el fútbol.

–(Adrián Suar) Es un tema que me toca muy de cerca. Soy bastante fanático del fútbol en general, no como el personaje de la película, no soy un adicto, pero me gusta. Sigo a Boca, pero puedo mirar toda la Liga española y gritarle: “¡Muerto!” a Cristiano Ronaldo.

–(Julieta Díaz) Yo estoy casada con un norteameri­cano (Brent Federighi) que en la época del Super Bowl se encierra a ver los partidos del fútbol americano y lo escucho gritar: “Fuck, fuck”. Se vuelve loco con el equipo de su universida­d y con los Oakland Raiders que como pierden mucho, en general lo dejan de mal humor. –¿Qué tiene el fútbol, además de lo estrictame­nte deportivo?

–(Suar) Es un universo muy masculino, el fútbol no te pide nada. No digo todos los hombres, pero el 70 por ciento tenemos algo en la memoria que arrastramo­s desde los 6 o 7 años.

–¿No hay algo de machismo enpensarqu­elaatenció­nmasculina está centrada en el fútbol y en el hecho de que en la película Julieta, a pesar de recibir cierto maltrato, siempre está dispuesta a volver?

–(Díaz) Yo no sentí que el guion fuera machista o que mi personaje fuera el que sacrifica más, pero es bueno estar atentos a este tema. Hay que saber dónde poner

el límite entre lo masculino y lo machista. Estamos en un momento bisagra en la historia de la relación hombre-mujer. Yo tengo una mirada feminista y estoy muy atenta a esas cosas. Con Adrián y Marcos hablamos sobre cómo hacer para que no fuera Vero la que apareciera como “la bruja” que se para con las manos en la cintura a retarlo o que tampoco fuera él quien tiene un problema y ella quien lo tiene que curar, o él un loco y ella perfecta.

–La película se va a estrenar en medio de una denuncia por plagio de Daniel Frescó.

–(Carnevale) No conocemos a Frescó y no leímos su libro. Me llegó una película franco-belga que se llama Soy fan del Standard que cuenta la historia de un fanático enfermizo del fútbol en la que lo más llamativo es que un día el protagonis­ta se reconoce como adicto y se mete en un grupo de ayuda a alcohólico­s. A Adrián le gustó la idea, pero no el guion de la película original. Para ser legales, le compramos los derechos a José Levy que es la persona que a mí me vendió en Estados Unidos y Europa las remakes de Corazón

de león yde Elsa y Fred y empezamos a trabajar. –Frescó insiste ante la Justicia.

–(Carnevale) Frescó encontró similitude­s basadas en el avance de la película y en una reunión que mantuvo con Levy. La única similitud es que el protagonis­ta es un futbolero. Plagio, desde el punto de vista de la propiedad intelectua­l, es cuando alguien toma el libro de otra persona y lo firma con su nombre. No hay animosidad de nuestra parte, no necesitamo­s plagiar a nadie. Ser futbolero no es una idea. Es como si yo dijera que Juego de tronos me copió el enano de Corazón de león.

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Julieta Díaz y Adrián Suar. Los dos vuelven a protagoniz­ar una película, con la promesa de un éxito taquillero.
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