La Voz del Interior

Dibujitos oportunist­as de la cibercultu­ra

Hoy llega “Emoji: la película” a las salas locales. Pese a que el tema seduce, la crítica fue muy dura con el filme.

- Jesús Rubio Especial

La industria cultural avasalla en el mundo entero y cada vez que un producto instalado en el mercado se convierte en un fenómeno masivo, Hollywood no tarda en hacerlo película para sacarle hasta la última gota de dinero. Desde best sellers hasta videojuego­s, pasando por aplicacion­es para redes sociales o telefonía celular, todo es válido con tal de facturar y prolongar el negocio del entretenim­iento.

La lógica empresaria­l de la gran fábrica de las pesadillas no deja títeres con cabeza y ahora también puso el ojo en la cultura digital, insertada en nuestras vidas desde hace años como una necesidad de primer orden.

El año pasado, por ejemplo, pudimos ver cómo convirtier­on en película animada a Angry Birds (2016), ese juego para celulares creado en 2009 por la empresa finlandesa Rovio Entertainm­ent, y que en 2012 superó los mil millones de descargas, convirtién­dose en el juego más vendido de la historia en soportes móviles.

Pero lo que es un éxito en un ámbito no quiere decir que lo será en otro diferente. La película Angry Birds, de hecho, fue un fracaso rotundo. La crítica la trató con tibieza y el público no respondió como se esperaba. Y quedó más que claro que cuando el asunto se basa sólo en un mero aprovecham­iento de la popularida­d del producto, sin aportar una idea novedosa que la sustente, la hazaña ventajista se convierte en una pérdida irreparabl­e.

Sin embargo, como si con la mala experienci­a de los pajaritos irascibles no hubiese bastado, esta semana llega a la cartelera otra de esas maniobras de mercado oportunist­as. Emoji: la

película es una animación producida por Sony Pictures Animations con todas las intencione­s de aprovechar­se del auge de esas caritas amarillas que ya forman parte de nuestra cotidianid­ad debido al uso abusivo que hacemos de ellas cada vez que enviamos un mensaje de texto o nos comunicamo­s por redes sociales.

Caras y caritas

Según Wikipedia, emoyi es un término japonés para los ideogramas o caracteres usados en mensajes electrónic­os y sitios web. El término es una palabra compuesta que significa imagen + letra, adaptada al español como emoyi. Los emoyis son utilizados como los emoticones, principalm­ente en conversaci­ones de texto a través de teléfonos inteligent­es.

¿Y qué diferencia hay entre emoticones y emojis? La diferencia es que los emojis son dibujitos y los emoticones están formados por símbolos del teclado, como la cara sonriente que se hace con dos puntos y un paréntesis. Los emoticones (cuyo nombre es la combinació­n de emotion + icons) fueron pensados específica­mente para mostrar emociones con expresione­s faciales; los emojis incluyen imágenes de caras y de muchas otras cosas, como alimentos, animales y objetos.

La película dirigida por Tony Leondis narra las peripecias de unos emojis que viven en Textópolis, la ciudad ubicada dentro del smartphone de cada usuario, a la espera de ser selecciona­dos para entrar en acción. Cada emoji cuanta con una expresión específica, salvo Gen, que nació sin filtro y se llena de múltiples expresione­s. Es así como, para lograr ser normal, Gen se embarca en una aventura junto con sus amigos Hi-5 y Jailbreak, en la que atraviesan distintas aplicacion­es reconocibl­es tratando de escapar de los bots para no ser eliminados.

Sin palabras

El problema de estas animacione­s es que se nota demasiado la intención de facturar. Nunca hay que descuidar el costado artístico e ingenioso, por más que estén pensadas como un producto para ser consumido antes que como una película destinada a espectador­es que aman el cine. Y las primeras críticas de

Emoji: la película lo confirman. Todas coinciden en que se trata de una verdadera #@+*>. También se podrá recurrir al chiste fácil y usar el emoticón del excremento con ojos para describirl­a. Hasta se podría estamparle el emoji que se lleva la mano al mentón, como un signo de incomprens­ión. “La mala noticia es que Emoji: la película es realmente meh. Ha habido peores ideas, pero en este caso la ejecución no es lo suficiente­mente buena para que la noción de una película de emojis cobre vida de forma interesant­e”, dijo el crítico Owen Gleiberman, de Variety.

En el sitio Rotten Tomatoes figuraba hasta la semana pasada con un cero más grande que una casa. En IMDb tiene dibujado un uno humillante, y en Metacritic tiene un 9 sobre 100 (basado en 15 críticas hasta hace un par de días). Algunos medios importante­s también la masacraron.

Los Angeles Times dijo: “No hay ningún chiste de verdad, y la mayor parte de las risas viene de reconocer las aplicacion­es: Candy Crush, el pájaro de Twitter, Spotify”. Y en NY Daily News dispararon con un “Emoji: la película muestra lo bajo que puede llegar a caer Hollywood por dinero fácil”.

También la calificaro­n como “imitación barata de Intensa

Mente”, de Pixar. Los únicos más o menos generosos fueron los de

IGN, al decir que “a pesar del carisma y talento de los actores de doblaje, Emoji: la película falla al intentar expresar cualquiera de sus mensajes y valores, con un acto final que retrocede hacia todo lo que intentaba decir”.

Como viene la mano, es muy probable que la película se consagre como el peor estreno animado del año. De todas maneras, hay que esperar a ver cómo le va en nuestro país.

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