Las cartas sobre la mesa
distintivos con pocos precedentes: la activa participación del gobernador Juan Schiaretti y del presidente Mauricio Macri.
Ambos se convirtieron en las piezas fundamentales de este tiempo, aunque con estrategias marcadamente diferentes.
El gobernador Schiaretti fue incisivo, muy crítico y en algunos casos usó frases duras para descalificar al Gobierno nacional que lidera Macri. Ejemplos: dijo que los créditos para la vivienda lanzados por la Nación le hacían recordar la circular 1.050 (dispuesta durante la gestión del genocida Jorge Rafael Videla, con José Alfredo Martínez de Hoz como ministro de Economía) y que esta administración nacional está llena de líderes empresarios que no conocen la realidad. Eso por citar algunos de los embates.
Del otro lado, hubo menos dureza, salvo algunos cuestionamientos expresados por Macri acerca del valor del llamado costo Córdoba y por el Impuesto sobre los Ingresos Brutos para los créditos hipotecarios que se aplican en Córdoba. Tras este cruce, Schiaretti anunció la reducción de este tributo para los préstamos que se gestionan para adquirir un inmueble.
Luego, la Casa Rosada y sus principales hombres y candidatos se llamaron a silencio. Todo quedó en las declaraciones del jefe del Ejecutivo provincial y del Presidente.
Los dos primeros candidatos