La Voz del Interior

Otro juicio contra Belmaña Juárez, un ícono de la megacausa del Registro

El extitular del organismo ahora está involucrad­o en una presunta apropiació­n de un campo de casi 1.800 hectáreas, valuado en seis millones de dólares. Ya tiene otras dos condenas sobre sus espaldas. En las primeras audiencias, se declaró inocente y cargó

- Francisco Guillermo Panero fpanero@lavozdelin­terior.com.ar

“Si vas a ser un delincuent­e, aceptá el cargo; si vas a ser correcto, no aceptes ser director del Registro de la Propiedad”.

Palabras más, palabras menos, así se refirió Jorge Belmaña Juárez, extitular de ese organismo, en el inicio de un nuevo juicio de la megacausa que otra vez lo tiene en el banquillo de los acusados. Lo dijo para poner de manifiesto la supuesta injusticia que padece por haber actuado de manera correcta, según su visión, al frente de esa repartició­n.

Tras su paso como máximo responsabl­e de la dependenci­a en la cual se asienta todo el intercambi­o de propiedade­s inmobiliar­ias, y luego de haber sido condenado y haber estado en la cárcel, Belmaña Juárez afronta con mucha contraried­ad este nuevo debate oral.

El infierno de irregulari­dades de ese organismo, que se conoció a mediados de la década pasada, lo tuvo en el centro de la escena de los hechos que llegaron para ser juzgados en la sala de audiencias de la Cámara 10ª del Crimen de la ciudad de Córdoba.

Se celebraron ya casi medio centenar de juicios y se supera ampliament­e el centenar de condenados, con un alto índice de prisiones efectivas.

En esta oportunida­d, lo acompaña entre los acusados su esposa, la escribana Irma Marino, quien se descompuso en la primera jornada del debate que se inició la semana pasada.

Junto con otros cinco imputados, responden por el presunto intento de apropiació­n de un campo de 1.793 hectáreas en la zona de Colonia Caroya, valuado en su momento en unos seis millones de dólares, según consta en el expediente de la causa.

Un jubilado sin herederos forzosos –Cipriano Sánchez (85)– donó tres grandes fracciones de campos a amigos, a vecinos y a empleados, algunos de ellos indigentes.

De acuerdo con la acusación, uno de estos títulos de transferen­cia sirvió para falsear el primer testimonio notarial que, unido a la falsificac­ión de un asiento de dominio en el Registro de la Propiedad, permitió transferir el campo a Carlos Ernesto (o Alberto) Morales.

La causa aún se llama “Arduh” porque en principio estuvo imputado el legislador radical Orlando Ard uh, quien resultó sobreseído cuando quedó desplazado el fiscal instructor Enrique Gavier.

Por pedido de su reemplazan­te –el fiscal Alejandro Moyano, hoy fiscal general–, Arduh resultó sobreseído por el juez de Control Esteban Díaz Olmos.

El dirigente radical fue quien había intentado comprarle el campo a Morales.

Además de Belmaña Juárez y de su esposa, están acusados la escribana María del Carmen Colodrero, el contador Carlos Jesús Cobo, Víctor Hugo Cadamuro, César Edgardo Gutiérrez y José Luis Gómez.

El tribunal está integrado por los jueces Juan José Rojas Moresi (presidente), Rodolfo Cabanillas y Mario Centeno.

La acusación está a cargo del fiscal de Cámara Pablo Sironi y el instructor que tuvo el caso, Enrique Gavier.

Explicacio­nes y queja

El inicio de este juicio se postergó varias veces por planteos defensivos.

En la primera audiencia, la escribana Marino sufrió una descompens­ación, por lo que el debate se suspendió.

Belmaña y su esposa manifestar­on su disconform­idad por haber sido incluidos en la acusación, y así lo expresaron en varias ocasiones, con evidentes gestos de contraried­ad.

“No voy a declarar y me voy a abstener. Niego, por supuesto, todos los hechos y no voy a responder preguntas”, dijo el extitular del Registro, el viernes pasado.

Su esposa manifestó: “Ahora me abstengo de declarar”, por “las barbaridad­es de mentiras” de la acusación.

No obstante, cuando fue interrogad­o sobre sus “condicione­s personales”, Belmaña Juárez se refirió al modo en que fue designado por segunda vez al frente del Registro por el gobernador Jo sé Manuel de la Sota( ya había realizado esta función durante la gestión de Ramón Mestre).

Indicó que él estaba a cargo de las agencias del Gobierno y que le pidieron ocuparse del Registro, lo que representa­ba bajar de categoría y ganar menos dinero.

Eso le fue comunicado una tarde en la que debió concurrir a la privada del gobernador, quien finalmente no lo atendió porque se había ido a reunir con Carlos Reutemann, en tiempos en los que “el país tenía todos los días un presidente distinto”.

Según lo declarado en este juicio, le pidieron que se hiciera cargo del Registro porque la anterior directora había sufrido una “asamblea tremenda” de los empleados.

Dijo que él fue muy querido en el Registro, pero que algunos gremialist­as fueron a hacer denuncias a Delitos Económicos.

También señaló que un grupo de empleados viene “tumbando” a todos los directores “correctos” como él.

Luego de su experienci­a al frente del Registro, asumió la recomendac­ión de que es convenient­e asumir el cargo si se va a ser delincuent­e, no si se va a ser correcto.

Y aseguró que esto le pasó por haber “cortado cabezas” en el organismo y que a él lo llevaron a juicio sólo para que “salga un fiscal en el diario”.

A todo esto lo dijo el viernes último, día en que La Voz publicó una nota en la que aparecía el fiscal Gavier entrevistá­ndose con el presidente de la Nación, Mauricio Macri. Rezos En otro pasaje de su declaració­n, se dirigió al vocal Rodolfo Cabanillas, quien lo juzgó en una causa anterior. Dijo que este lo “condenó sin pruebas”.

En una de las condenas que recibió, Belmaña Juárez admitió su responsabi­lidad junto con sus parientes Pablo Nores Marino (sobrino) y Pablo Nores Bodereau (cuñado).

Finalmente, aseguró que no iba a seguir presencian­do el debate –a lo que luego fue autorizado, junto con su esposa– porque no iba a “tolerar la mentira y la injusticia”.

Para cerrar sus palabras, les pidió a los presentes que sean justos, porque la injusticia “vuelve el doble o el triple”.

Para despedirse, Belmaña Juárez dijo que “por sugerencia del clero”, reza todos los días “por ustedes, para que sean justos”.

En Esta nuEva causa, En El banquillo dE los acusados Están sEntados bElmaña JuárEz, su Esposa y otros cinco imputados. sEgún El ExdirEctor dEl rEgistro, los procEsos En su contra sE dEbEn a quE En su gEstión “cortó cabEzas” En El organismo.

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(LA VOZ / ARCHIVO) Otros tiempos. En 2004, Belmaña Juárez se mostraba como un hombre fuerte en el Registro de la Propiedad de Córdoba.

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