Massa, entre la decepción y el consuelo de dar batalla en octubre
El líder de 1País resaltó el triunfo del macrismo, pero dijo: “Demostramos que vamos a ser una fuerza competitiva”. También mandó un mensaje para el kirchnerismo: “Tampoco queremos la política de la impunidad y la corrupción”.
BUENOS AIRES. Anoche, cerca de las 22, confirmado en las proyecciones el lejano y cómodo tercer lugar de Sergio Massa en el segmento “senador nacional”, en el búnker electoral de 1País se volvió a escuchar lo mismo que se empezó a decir temprano, cuando eran contados los dirigentes que se acercaban a la sala de prensa del complejo Pipa, en el Tigre: “No hubo polarización y demostramos que vamos a ser una fuerza competitiva en octubre”.
Pero esas consignas parecieron cada vez más fingidas y sobreactuadas. El ánimo en el centro de convenciones Pipa, sin dudas, era bajo, aun cuando una murga buscaba generar euforia con sus bombos. En 1País esperaban estar cerca del 20 por ciento. El 15 por ciento de los votos tuvo sabor amargo, sólo disimulado por la sonrisa siempre optimista de Massa.
Se tomó su tiempo
El fundador del Frente Renovador subió al escenario cerca de las 22.30.
Evidentemente, la dirigencia de 1País se tomó un tiempo para intentar ajustar el discurso a un resultado electoral no desastroso, pero lejos del esperado. En su caso, muchas de las encuestas anticiparon, después de todo, el 15 o 16 por ciento que se proyectaba a la medianoche.
Massa subió junto a su socia de 1País, Margarita Stolbizer. La líder del Gen es la segunda candidata al Senado nacional.
“Quiero felicitar a Cambiemos por su triunfo en la provincia de Buenos Aires”, señaló Massa, dando por descontado que la proyección del 16 por ciento de los votos escrutados a esa hora arrojaba una tendencia irreversible.
También se ubicó a su lado Roberto Lavagna, exministro de Economía en las presidencias de Eduardo Duhalde y de Néstor Kirchner, y referente con autoridad dentro del Frente Renovador. Un dato para apuntar: tanto Massa como Stolbizer dejan sus bancas de diputados en diciembre y hoy asoma casi imposible lograr una de las tres bancas al Senado en la elección de octubre (dos pone la mayoría y uno la minoría).
“Pero hay gente con bronca, desilusionada –continuó Massa–. El 65 por ciento de la gente que vive en la provincia mostró su disconformidad con el Gobierno”, interpretó Massa. Esa lectura electoral ya había sido adelantada por Felipe Solá.
Duro con la expresidenta
Massa fue especialmente crítico con Cristina Fernández. “También hay un mensaje para el pasado, que la corrupción y la impunidad no vuelva a ser una marca de la política argentina”, dijo. Un mensaje con destinatario claro.
“No queremos la política del ajuste y la insensibilidad, pero tampoco queremos la impunidad y la corrupción”, sostuvo, ubicándose así en la “avenida del medio”, concepto político que aún no logró imponer.
“No es Macri ni Cristina, sino una alternativa, una oposición responsable que le ponga límites al Gobierno, con propuestas y no tirando piedras. El desafío de poner límites, pero con propuestas”, repitió.
“Somos más futuro que pasado, vamos a pedir que nos acompañen, los invitamos a todos los argentinos”, arengó Massa.
“El desafío es hacer crecer una oposición seria. Quienes nos votaron son el piso para los bonaerenses que tienen que acercarse”, dijo.
“Muchos están esperando nuestro mensaje de que somos más futuro que pasado”, volvió a decir. Fue entonces que lanzó un mensaje al espacio peronista: “Quiero invitar a los millones de peronistas que en la provincia quieren una alternativa ganadora, para dirimir el presente con el futuro y no con el pasado. Devolverles la esperanza a quienes la están pasando mal”, expresó en claro mensaje al Partido Justicialista, que se dividió encolumnándose con Cristina Fernández y un poco con Florencio Randazzo.
“Que mañana nos tomen examen para ver cómo vamos a llevar adelante cada compromiso que asumimos. Gracias por bancar, estamos de pie y competitivos para pelear en octubre; ni Macri ni Cristina”, finalizó Massa.
Margarita Stolbizer, la otra gran candidata de la debutante coalición, no habló ante la militancia.
A Sergio Massa le esperan días complicados hasta el 23 de octubre. Deberá revisar por qué estuvo lejos de los 20 puntos que alcanzó en 2015. Y aún más de 2013, cuando el Frente Renovador, recién escindido del Frente para la Victoria, llegó al 40 por ciento.
“Creemos que Cristina va a llegar debilitada a octubre; el kirchnerismo pensaba ganar. Ahí hay votos que deben ser peleados por 1País”, confió a este diario un dirigente massista.
Jorge Sarghini, aspirante a diputado nacional y economista peronista, también ve el vaso medio lleno: “En la campaña que arranca vamos a enfatizar nuestras propuestas. Fuimos los únicos que no nos enredamos en chicanas, que ‘este aquello o aquél no sé qué’”.
Sarghini fue otro de los que realizó una interpretación hoy difícil de sostener frente a la euforia de Cambiemos. “Si los sumamos, fueron más los votos disconformes con el Gobierno que los que avalaron su política económica. Nuestro desafío será volvernos atractivos para esa gente que hoy la pasa mal”, concluyó.
Quiero Devolverles esperanza a Quienes la están pasanDo mal. Sergio Massa, principal referente del frente 1País