Las redes, cada vez más en el centro
El pulso preelectoral fue testeado como nunca en estas Paso. En la previa, como sucede desde hace ya unos cuantos años, era posible saber qué palabras y qué candidatos eran los más buscados, y cada agrupación podía interpretar eso como positivo o como negativo.
A través del explorador de datos Google Trends se podía ver una graficación que medía de 0 a 100 el “interés medio” que mostraron, por ejemplo, los habitantes (no necesariamente votantes) de una provincia respecto de cada candidato.
La relevancia está dada porque si –tal como afirma el gigante tecnológico– su buscador es utilizado por el 97 por ciento de los argentinos que rastrean temas en la web, la herramienta ofrece en la previa un panorama bastante acabado de qué cuestiones y a quiénes buscan los argentinos.
Sólo hay que aclarar un detalle: esto no sirve para saber por qué realizaron la búsqueda y qué piensan esos usuarios de tal o cual candidato. Mucho menos es útil para sondear una intención de voto.
Distinto era el caso de los análisis a partir de big data. Las Paso se presentaban como la oportunidad para las consultoras de marketing político y de opinión en dos sentidos: afinar la puntería en la construcción de un mensaje convincente y observar el “estado de opinión” de los usuarios de redes sociales con una precisión que prometía un margen de error casi inexistente.
Que los candidatos estuvieron en redes sociales con un mensaje más o menos dirigido es tan innegable como que se veía rara una big data