La “B” debuta en el inicio de la Superliga
El fútbol de Primera División vuelve con la novedad de que habrá que pagar para ver los partidos por TV, algo que el Gobierno quiere que sea tras la elección de octubre. Belgrano debuta hoy y Talleres, mañana.
Esta noche vuelve a rodar la pelota. El retorno del fútbol de Primera División viene con novedades, más allá de los pases y contrataciones de los distintos clubes. Se creó la Superliga, debutarán dos nuevas empresas como propietarias de los derechos de la televisión y la noticia más inquietante para los amantes del deporte pasión de multitudes: ver los partidos dejará de ser gratuito a partir de noviembre. Esta última decisión significa una gambeta política del Gobierno nacional para que el impacto de la caída del costoso programa Fútbol para Todos (FPT) no repercuta de lleno en la campaña para las elecciones legislativas del 22 de octubre. El programa FPT, que brindaba la gratuidad de la televisación del fútbol, fue creado en 2009, durante la pre sidencia de Cristina Fernández, y se convirtió en una las banderas del kirchnerismo.
Preocupado por consolidar su poder político en los próximos comicios legislativos, el actual Gobierno acordó con los directivos de Fox Sports y Turner (TNT Sports) que el cobro de la televisación arranque recién en noviembre. Las empresas aún no confirmaron si el fútbol gratuito llegará hasta fin de año o se comenzará a cobrar a partir del 1 de noviembre, como se especuló en los últimos días.
La preocupación de la Casa Rosada por la caída del Fútbol para Todos pasa por una cuestión política. A mediados de 2015, en plena campaña presidencial, Mauricio Macri se comprometió a que iba a sostener el fútbol gratuito hasta el final de su mandato, es decir, 2019. En aquel momento, desde el kirchnerismo se difundió que si Macri llegaba a la Presidencia iba a eliminar el fútbol gratuito.
“El Fútbol para Todos va a seguir, pero sin política. No estarán esos avisos que pone el Gobierno para mostrar sus obras o cuestionar a dirigentes opositores y periodistas independientes”, dijo el entonces jefe de Gobierno porteño, en campaña presidencial.
La gestión macrista sostuvo el fútbol gratuito hasta marzo de este año. Fue cuando aportó los últimos 350 millones de pesos a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para acordar la rescisión “consensuada” del contrato.
La televisación del fútbol fue un tema de alta atención para el macrismo. Tanto, que el presidente Macri le encomendó a un funcionario de su extrema confianza, el secretario General de la Presidencia, Fernando De Andreis, iniciar la negociación con la AFA para terminar el vínculo.
A fines del año pasado, los presidentes de los principales clubes tomaron contactos con empresas privadas, las cuales le prometieron subir de manera ostensible los 1.800 millones de pesos anuales que pagaba el Estado nacional.
Los funcionarios nacionales se agarraron de esas declaraciones de los dirigentes para terminar de dar de baja el contrato.
Más allá de aquella promesa de campaña, Macri siempre cuestionó que el Estado se hiciera cargo de sostener al fútbol.
En realidad, la televisación nun
ca fue gratuita, ni en pleno apogeo del kirchnerismo. No lo pagaba la gente de sus bolsillos, pero lo hacía a través de los impuestos.
Entre agosto de 2009 y marzo de 2017, el programa Fútbol para Todos le costó al Estado nacional la friolera de 10.178 millones de pesos. Además, en gran parte del interior del país, lo de “gratuito” fue siempre relativo, ya que varios de los canales abiertos llegan por los sistemas de cable.
En Córdoba, durante varios años esta cuestión fue remediada por Canal 10, que transmitió la mayoría de los partidos, aunque su cobertura no alcanza a toda la provincia.
Herencia
En la Casa Rosada nadie quiere hablar de la privatización de la televisación del fútbol, porque admiten que es un tema “espinoso”.
En julio del año pasado, el propio presidente Macri reconoció por primera vez que se “discontinuaría” el contrato que el Gobierno nacional tenía con la AFA.
“Hay que sentarse en una mesa a negociar cómo se puede discontinuar el Fútbol para Todos. Con tanta pobreza, yo miro hasta el último mango”, reconoció el jefe de Estado ante el canal porteño América TV.
En la Casa Rosada tomaron la decisión de romper el vínculo con la AFA cuando las encuestas le marcaron que ocho de cada 10 personas opinaban que el Estado nacional no debía aportar fondos al fútbol.
De todos modos, para evitar generar malhumor en plena campaña, la jugada del Gobierno fue que el pago de la televisación arranque después de octubre.
Fox y Turner firmaron un contrato con la AFA por cinco años, con derecho a renovar por otros cinco. El total del contrato involucra a más de 17 mil millones de pesos.
Por esta primera temporada 2017/18, ambas empresas pagaran 4.400 millones de pesos: 1.200 millones que ya abonaron como garantía por la llave de la televisación y otros 3.200 millones de pesos por el canon anual.
Las empresas tienen excelentes expectativas en cuanto al negocio. Estiman que habrá dos millones de abonados, con lo cual podrían recaudar unos 600 millones de pesos mensuales o 7.200 millones de pesos anuales. Además del pago a la AFA, las empresas deben pagar los gastos de producción de la televisación.