La luminosa huella de una sentencia para la historia
Hace un año, concluía la megacausa La Perla. Hubo 28 condenas a prisión perpetua. Ha sido el juicio más extenso y abultado de la memoria judicial de Córdoba.
de la Corte Suprema que les otorgaba el dos por uno a los represores condenados.
El hombre que les comunicó a los condenados la sentencia mirándolos a los ojos pronunció luego la frase que representa un concepto esencial: “El Estado debe ser mejor que las personas”.
“Si no fuera así, no tendríamos garantía alguna y todo dependería de la voluntad política del momento. El Estado es el estamento superior al que le hemos delegado el dominio de la fuerza para la prevención y, en última instancia, la represión del delito, en un previo marco legal establecido”. para la violación masiva de los derechos humanos”. La afirmación es de Facundo Trotta, quien dirigió el cuerpo de fiscales que integraron también Virginia Miguel Carmona y Rafael Díaz Vehil. “En la sentencia, leí mi alegato”, dice.
De todos modos, expresó que no comparte el criterio sobre los crímenes cometidos en los meses previos al golpe. Para él, “también hubo terrorismo de Estado”, y no sólo un plan sistemático con recursos del Estado, lo que modifica “el alcance sobre las responsabilidades de las autoridades del gobierno anterior a la dictadura”.
Trotta destacó el multitudinario apoyo: unas 10 mil personas se reunieron ese día frente al edificio de la Justicia federal. “Nos dio la pauta de que estábamos frente a un juicio de enorme trascendencia. Tal vez influyó el contexto político social del momento. Pero el proceso de memoria, verdad y justicia es una política del Estado, y los juicios han continuado”. “La supimos conseguir” “El juicio trajo la certeza de que los asesinos son los asesinos y las víctimas somos las víctimas. Haber puesto las cosas en su lugar es muy positivo en términos educativos. Y en términos de ética, no tiene vueltas: señaló dónde están el bien y el mal. Fue maravilloso, pero hay que sostenerlo con movilización”. La palabra es de una sobreviviente de La Perla, Ana Illiovich, quien publicó su libro sobre su experiencia llamado El silencio, postales de La Perla.
Graciela Geuna, también sobreviviente y en 1979 la primera en exponer ante la ONU lo que aquí sucedía, desde Suiza aporta una reflexión cargada de sustancia.
“A la sentencia la supimos conseguir –sostiene–. Es nuestra, de todos los que trabajamos para ello y de todos los que viven en nuestro país. Y es patrimonio de las generaciones futuras. La impunidad es reversible: comprobamos que es posible obtener justicia, no toda la justicia, pero bastante justicia”.