Los planes de Lucía y Martín para su crédito
La mujer tiene turno en septiembre para pedir un préstamo Argenta. Serán $ 30 mil para terminar el frente de su casa. Al cabo de cinco años, devolverá $ 40 mil.
Lucía está casada desde hace 23 años y tiene, junto con Martín, siete hijos.
Ella es beneficiaria de una Pensión No Contributiva, que equivale al 70 por ciento de una jubilación mínima. “Con lo que cobro, compro básicamente en el súper, pero nunca me dieron nada de crédito porque me dicen que es inembargable la pensión”, cuenta la mujer.
Su hija más grande, de 22 años, acaba de casarse y se mudó. Tienen chicos de 19, 17, 15, 11, 10 y 7 años, con lo cual la lista de urgencias y de gastos cotidianos es gigantesca.
Tiene turno en septiembre para pedir un préstamo Argenta. “Voy a pedir 30 mil pesos para terminar el frente de la casa”, avisa.
Ya hizo cuentas: en cinco años, terminará devolviendo 40 mil pesos. Martín trabaja en blanco en una estación de servicio e intentó pedir un préstamo personal en su banco. “No me dan porque tengo consumos en la tarjeta. Le hacen a uno un estudio de todo lo que gasta”, dice él.
En el sindicato, que tiene conve nio con la tarjeta Grupar y Zárate, logró comprar los materiales. Ahora, Martín y Lucía esperan la plata para la mano de obra y lo que les falte.
Pero hay demasiados planes y necesidades para atender. Lucía, desde los jueves, comienza a hacer en la cocina del hogar comida para vender por encargo.
“Le llueven los pedidos, cocina muy rico”, dice él. “Queremos también comprar un horno pizzero, porque hace todo con el de la casa y ya no da más, se está derritiendo, pobrecito; más un anafe con una llama más fuerte, para hacer más cosas”, cuenta Martín.