Escuelas públicas, pero no para cualquiera
EN 2012, EL BELGRANO APROBÓ EL INGRESO POR SORTEO. TUVO UN AMPLIO RECHAZO DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA Y SE DIO MARCHA ATRÁS.
Los colegios preuniversitarios Monserrat y Belgrano cargan con una paradoja: son instituciones públicas, gratuitas, dependen de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y, sin embargo, no son para cualquiera.
De eso se trata nuestra apuesta informativa de hoy, desplegada en las páginas 3, 4 y 5 de Primer plano.
Hay un impedimento concreto que ambas escuelas esgrimen a la hora de imponer un cupo al ingreso: la falta de espacio físico y de más presupuesto para profesores.
Concedida esta situación estructural y económica, la discusión –no saldada aún– sigue centrada en un aspecto del ingreso: mediante examen o por sorteo.
La Escuela Manuel Belgrano produjo este debate en 2012 y puso en evidencia la existencia de dos visiones antagónicas.
En aquel momento, la UNC era conducida por la rectora Carolina Scotto, quien alentó la discusión y también dio el guiño a las enton- ces autoridades del Belgrano para que avanzasen hacia el ingreso por sorteo.
Ese mismo año, el Consejo Asesor de la escuela votó a favor del ingreso con ese sistema ligado al azar, con el compromiso de un acompañamiento pedagógico en los primeros años para evitar las deserciones, sobre todo para los alumnos provenientes de los sectores más vulnerables de la sociedad.
La decisión tuvo un fuerte rechazo de una parte de la comunidad académica y de los padres de los alumnos, quienes advirtieron de que el ingreso por sorteo ya se había implementado en la década de 1980 y había fracasado.
En vista de aquel revés, el proyecto de ingreso por sorteo proponía una modificación del plan de estudios, que incluía la utilización del primer año como etapa niveladora. Y la disposición de todos los recursos humanos para propiciar la inclusión.
Conclusión: el proyecto aprobado nunca llegó a implementarse y años más tarde se volvió a aprobar el ingreso mediante examen.