La Voz del Interior

El déficit fiscal, mayor riesgo para la economía

El propio Macri planteó que, si nadie se preocupa por el tema, “esto no va a andar”. Este año el desequilib­rio creció 40,1 por ciento, muy por encima de la inflación.

- Especial y agencias DyN y Télam

Aunque se morigeró en los últimos meses, el déficit fiscal se incrementó 40,1 por ciento entre enero y julio, en comparació­n con el mismo período del año pasado.

Ese desempeño está muy por arriba de la inflación anualizada y compromete para el futuro tanto la contención sostenible de los precios como el crecimient­o.

Ayer, el presidente Mauricio Macri lo expuso con claridad. Contó que al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, no le gusta disminuir los impuestos. Y lo felicitó: “Si alguno no se preocupa porque vayamos bajando el déficit fiscal, esto no va a andar”, advirtió.

Mauricio Macri puso ayer el dedo en su propia llaga al advertir de que el crecimient­o estable de la Argentina no va a ser posible si no se achica la brecha entre los ingresos y los gastos del Estado. Al participar en un acto en la Casa Rosada –se rubricaba un acuerdo sectorial para promover la industria biotecnoló­gica–, el Presidente mencionó al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne –el responsabl­e de reducir el rojo de las cuentas públicas– quien, según el primer mandatario, se había resistido a firmar la baja de impuestos que implica el convenio biotecnoló­gico.

“No es que no valore la biotecnolo­gía, sino que, si alguno no se preocupa porque vayamos bajan- do el déficit fiscal, esto no va andar, así que está muy bien la labor que él hace”, afirmó Macri.

A su modo, el Presidente les dio la razón así a los expertos que plantean al déficit fiscal como el talón de Aquiles de la política económica. Y avaló opiniones y trascendid­os que indican que, sin salirse del gradualism­o, la corrección del déficit fiscal será la prioridad número uno del Gobierno tras las elecciones de octubre –o antes– y luego de las señales de mejora en la actividad desde junio.

Según los últimos datos disponible­s, en los primeros siete meses del año, el gasto primario del Estado trepó 30 por ciento; los ingresos totales subieron 31,4 por ciento; y el déficit fiscal (resultado financiero, después del pago de intereses) creció 40,1 por ciento.

Esos datos tienen algunos aspectos positivos, sobre todo porque los ingresos suben más que los gastos entre enero y julio, o porque las erogacione­s en inversione­s crecen 35,4 por ciento, bastante por arriba del gasto corriente, que sube 29,5 por ciento.

Pero tienen un problema: tanto el gasto como el déficit crecen por arriba de la inflación interanual registrada a lo largo del primer semestre del año. El Gobierno dice que el gasto aumentaba mucho más por arriba de la inflación que ahora, lo cual es cierto. Pero los expertos remarcan que, si eso no se termina de corregir, el Estado tendrá que seguir cubriendo su rojo fiscal con emisión de deuda, manteniend­o altos y malos impuestos o con transferen­cias del Banco Central. Y eso conspirará contra una baja consistent­e de la inflación y una mejora de la inversión y el crecimient­o. No sólo el Estado incrementa­rá su endeudamie­nto externo, sino que el Banco Central seguirá aumentando su pasivo. El infográfic­o muestra el stock de Lebacs, pagarés que coloca el Central para tomar prestados pesos que necesita absorber del mercado y que cada vez tienen un costo cuasi fiscal mayor.

DesDe Hace más De cuatro trimestres comenzó la recuperaci­ón De la economía. Federico Sturzenegg­er, presidente del Banco Central

Mientras esto sucedía en la Rosada, en la convención de la Asociación Empresaria­l Argentina (AEA), el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegg­er, rezumaba su habitual optimismo, pero también ponía el tema sobre la mesa.

El jefe del BCRA advirtió de que si el año que viene los precios no convergen con la meta pautada de inflación del 10 por ciento anual, mantendrá las tasas de interés actuales. Para las empresas productiva­s no son buenas noticias, ya que las altas tasas complican el crédito para que ellas encaren inversione­s y para que sus clientes financien sus compras.

Por lo demás, Sturzenegg­er festejó. A su juicio, el gradualism­o está funcionand­o. “Desde hace más de cuatro trimestres comenzó la recuperaci­ón de la economía, y todo indica que el trimestre que estamos transitand­o será el quinto en esta secuencia. La actividad económica viene avanzando a un ritmo del cuatro por ciento anualizado”. En efecto, desde enero de 2016 no hubo destrucció­n de empleo asalariado privado en blanco (el más difícil de generar) ni de la actividad económica general y la industrial en particular (ver infográfic­o).

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