La Voz del Interior

“Un país donde cuatro de cada 10 hermanos son pobres e indigentes”

- Informe: Miguel Szejnblum

Según los últimos datos oficiales disponible­s del Indec (Instituto Nacional de Estadístic­a y Censos), la pobreza en la segunda mitad de 2016 alcanzaba al 30,3 por ciento de las personas, mientras que los indigentes representa­ban el 6,1 por ciento de la población.

“Es necesario hacer una distinción entre la pobreza y la indigencia: todo individuo considerad­o indigente también es considerad­o pobre, pero no a la inversa. Hay tres grupos: los pobres indigentes, los pobres no indigentes y, por último, los no pobres”, explicó a Chequeado.com Daniel Schteingar­t, doctor en Sociología y profesor en la Universida­d Nacional de Quilmes. Por lo tanto, es un error sumar el porcentaje de pobres con el de indigentes, como hizo Llaryora, y en realidad tres de cada 10 argentinos se encuentran en la pobreza.

Medición según ingresos

¿Cómo se define si una persona es pobre o no? El Indec fijó, a julio de 2017, un ingreso superior de 1.985 pesos mensuales para no ser considerad­o indigente, por ser un monto mínimo y suficiente para cubrir las necesidade­s calóricas básicas (lo que se llama canasta básica alimentari­a). A su vez, para no ser considerad­o pobre, se necesitan como mínimo 4.862 pesos mensuales para cubrir alimentos y servicios básicos como ropa y transporte (se denomina canasta básica total).

Ambos montos están calculados para un varón adulto de entre 30 y 60 años, aunque el Indec establece una tabla de equivalenc­ias dependiend­o del sexo y de la edad, ya que no tienen las mismas necesidade­s una niña de 10 años que un adulto de 35.

Hay un solo rango de edad que supera el porcentaje dicho por Llaryora: hoy los niños, de entre 0 y 14 años, tienen un nivel de pobreza de 45,8 por ciento. Pablo Gluzmann, investigad­or del Conicet y del Centro de Estudios Laborales y Sociales (Cedlas), dijo que “hay muchas explicacio­nes de por qué esto ocurre. En principio, porque hay una correlació­n positiva entre el nivel de ingreso y la cantidad de niños: los pobres suelen tener más hijos, y los ricos suelen tener menos hijos. Cualquier momento o país que tomes, esto ocurre así”.

Otra fuente alternativ­a que mide la pobreza e indigencia es el Observator­io de la Deuda Social de la Universida­d Católica Argentina (UCA). Según sus datos, el 6,9 por ciento de la población se encuentra por debajo de la línea de indigencia, y el 32,9 por ciento, de la línea de indigencia. De todas maneras, tampoco se llega al porcentaje mencionado por Llaryora.

ES NECESARIO HACER UNA DISTINCIÓN ENTRE POBREZA E INDIGENCIA: TODO INDIVIDUO CONSIDERAD­O INDIGENTE TAMBIÉN ES CONSIDERAD­O POBRE, PERO NO A LA INVERSA.

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