Manzur critica la norma antiazúcar de Córdoba
El gobernador tucumano criticó la f lamante norma. El Centro Azucarero pidió el veto de Mestre.
“No tiene criterio, justificación ni asidero”. Con estas palabras, el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, se sumó ayer al fuerte
lobby azucarero en contra de la ordenanza, aprobada por el Concejo Deliberante, que establece la limitación de la oferta de libre disponibilidad de sobrecitos y azucareros en locales gastronómicos.
A su vez, el presidente del Centro Azucarero Argentino, Fernando Nebbia, adelantó a La Voz que pedirán al intendente Ramón Mestre que vete la ordenanza.
Manzur dijo que la ordenanza, primera en el país con estas características, representa “un precedente negativo para el consumo de azúcar”.
“Nos vamos a reunir con el sector productor de azúcar para decirles que no está correcto lo que están haciendo. No tiene ningún criterio ni asidero en cuanto a justificación de ningún tipo. Esta presión ya la viví cuando fui ministro de Salud de la Nación. Nos vamos a reunir con el sector azucarero, elaboraremos un documento y le mandaremos para que revean esta situación porque no es correcto lo que están haciendo”, declaró ayer a medios de su provincia el gobernador tucumano.
El secretario de Salud municipal, Gabriel Acevedo contestó con dureza: “Debería preocuparse más por las alarmantes cifras de obesidad infantil y sobrepeso en niños en su provincia antes que de defender los intereses azucareros”, dijo a este diario (ver “Debería preocuparse por la salud...”).
La oposición del gobierno tucumano ya se había expresado el 30 de agosto, antes de que se trate la ordenanza, cuando a través de una carta el ministro de Desarrollo Productivo de esa provincia, Juan Luis Fernández, le pidió a Mestre que intervenga “para evitar una medida equivocada”. Fernández argumentó a favor del azúcar, dijo que es un producto natural, que como todo alimento debe consumirse con moderación y que ningún organismo especializado recomienda su prohibición. A la vez, aseguró que la relación entre obesidad y consumo de azúcar no es directa y que hay otras causas, como el sedentarismo y el consumo de otros alimentos ricos en calorías, con mayor responsabilidad en el problema. Y atacó a los sustitutos del azúcar: “Hay que lamentar que mientras se castiga al azúcar se ignore a los endulzantes no calóricos sintéticos, no naturales, importados”.
La carta de Fernández se permite, también, una ironía: “Por el camino elegido con el azúcar debe- rían imponerse restricciones equivalentes a las grasas, pastas, productos de panificación, aceites, quesos, manteca, chocolates, cereales refinados, jaleas y confituras, galletas, golosinas, dulces, alimentos procesados (papas fritas, snacks), ketchup y bebidas alcohólicas para evitar distintas enfermedades derivadas de los excesos de su consumo”.
Quien también apeló a la ironía fue Nebbia, quien dijo: “Cuando se den cuenta de que el sedentarismo es uno de los grandes responsables de la obesidad por ahí se les ocurre sacar una ordenanza que quite las sillas de las mesas y prohíba que los mozos vayan y vengan, para obligar a caminar hasta la barra y tomar el café de parados, sin azúcar, claro”.
El Centro Azucarero atacará la ordenanza en general, pero en particular analiza un planteo por exceso de atribuciones por el artículo quinto, que establece que las etiquetas de todos los productos deben aclarar si tienen azúcar o no y en qué proporción porque las normas de etiquetado son de jurisdicción nacional. “Incurren en falsedad en los fundamentos y exceso de competencias”, sintetizó Nebbia.
AUNQUE NO RESCATE NADA DE SU GESTIÓN, ME SORPRENDE ESTA POSICIÓN DE UN EXMINISTRO DE SALUD. Gabriel Acevedo, secretario de Salud municipal ESTAMOS DECEPCIONADOS PORQUE NO SE NOS ESCUCHÓ Y ES MUY POBRE LA ORDENANZA. Fernando Nebbia, presidente del Centro Azucarero Argentino