Nuevas prioridades de la agenda pública
Con las declaraciones públicas del juez Guido Otranto y la inminente presentación del proyecto de presupuesto 2018 en el Congreso, la agenda pública comienza a girar en un sentido menos adverso para el gobierno de Mauricio Macri.
Las palabras del juez del caso Maldonado atraen el foco de la opinión pública sobre la institución judicial, la única que puede revelar con autoridad los avances o los retrocesos de la investigación.
Hasta el momento, los funcionarios del Poder Ejecutivo sobrellevaban el peso de una explicación que le es obligatoriamente propia, pero sólo en una segunda instancia. Mientras tanto, el debate público se verá interpelado esta semana con la propuesta oficial del cálculo de gastos y de recursos para el año que viene.
Es una discusión en la que la atención debe ser puesta en las estimaciones de inflación, el valor del dólar implícito en el cálculo de ingresos, las políticas de ajuste del déficit fiscal y las aspiraciones de crecimiento para el conjunto de la economía nacional.
Las fuerzas políticas con representación parlamentaria ya afinan el lápiz para sacar sus cuentas. Una primera disputa estratégica será para oficialistas y opositores la de elegir qué Congreso votará el nuevo presupuesto. El actual o el que quedará conformado después de diciembre, según los resultados de la próxima elección.
La acumulación de fuerzas que vienen ensayando los gobernadores de las provincias se orienta a ese debate y no sólo a las consecuencias del conflicto judicial por el Fondo del Conurbano Bonaerense.
En el Parlamento, han vuelto a resonar con insistencia las propuestas de un pacto global entre oficialismo y oposición al estilo de los acuerdos de la transición española a fines de la década de 1970.
Entre sus aliados, levantarán en estos días el perfil los representantes de las fuerzas coligadas en Cambiemos. Elisa Carrió y Mario Negri son las referencias más relevantes.
El diputado cordobés, además, transitará de aquí a diciembre con un tablero de ajedrez en simultáneo: el de la renovación de autoridades nacionales del radicalismo.
Negri aspira a presidir la UCR y también a la candidatura a la gobernación de Córdoba en 2019. Curiosamente, la llave de ese acertijo doble recayó en alguien que comparte las mismas aspiraciones: el intendente Ramón Mestre.
Para ser presidente de la UCR, Negri debe ser confirmado como uno de los cuatro delegados cordobeses al Comité Nacional.
Esa lista la integraron cuatro varones y fue objetada por no respetar el cupo femenino.
Se ignora si Mestre ya renunció a su cargo para que asuma la suplente, Soledad Carrizo, único modo de destrabar la lista.