La Voz del Interior

Masiva movilizaci­ón catalana por la soberanía

Una multitud marchó ayer en Barcelona para celebrar la Diada, día nacional catalán. La manifestac­ión mostró la fuerza de quienes impulsan el referéndum independen­tista del “1-O”.

- Patricia Bacchetti Especial desde Barcelona

Miles de personas participar­on ayer en Barcelona de la celebració­n de la Diada, fiesta nacional de Cataluña, con el lema de “Votarem” (“Votaremos”, en catalán), a sólo tres semanas del referéndum independen­tista que pretende realizar el gobierno catalán el próximo 1° de octubre y que ha sido suspendido por el Tribunal Constituci­onal español.

La concentrac­ión, convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), reunió a miles de personas en el Centro de Barcelona, en la que quizá ha sido una de las manifestac­iones más multitudin­arias de apoyo a la causa soberanist­a.

La Guardia Urbana de Cataluña ha estimado la cifra de asistentes en un millón de personas, aunque el Gobierno español rebajó el número a 350 mil.

Concebida desde siempre como una cita reivindica­tiva pero a la vez festiva y familiar, la manifestac­ión de ayer se celebró en el marco de mayor tensión institucio­nal de los últimos años en España.

A pesar de ser la fecha de una derrota –la capitulaci­ón de Barcelona ante las tropas borbónicas en 1714–, la Diada del Onze de Setembre representa una expresión de defensa de derechos y libertades, así como un acto de reafirmaci­ón del carácter propio de Cataluña y de su identidad como nación.

Los convocante­s habían llamado a llenar dos de las principale­s arterias del Centro de Barcelona, el Passeig de Gràcia y la calle de Aragó, dos calles perpendicu­lares, con la idea de formar un gran signo “+” (símbolo positivo), como muestra de la voluntad de sumar adhesiones a la causa independen­tista.

Finalmente, los manifestan­tes terminaron desbordand­o el perímetro previsto en el barrio del Eixample y colmaron los extremos del recorrido.

A la hora simbólica de las 17.14 (en conmemorac­ión al año en el que fueron suprimidas las institucio­nes catalanas) se desplegaro­n cuatro grandes pancartas desde los extremos de la cruz, que fueron avanzando por encima de las cabezas de los manifestan­tes hasta llegar al vértice de la marcha. Dos de las pancartas llevaban escrito “Sí” en varios idiomas y las otras los lemas “Pau i llibertat” (Paz y libertad) –con el dibujo de una paloma de la paz– y “Referéndum es democracia”, con una urna. Posteriorm­ente, se incorporó una enorme bandera no oficial y símbolo de la Catalunya independie­nte.

En las calles de Barcelona, la concentrac­ión reunió a ciudadanos de todas las edades, familias enteras de tres generacion­es que lucían camisetas de color amarillo fosforesce­nte con la consigna del “Sí”.

El momento más emotivo se vivió con el minuto de silencio por las víctimas de los atentados del pasado 17 de agosto en Barcelona, que dejó 16 víctimas fatales, y continuó con la interpreta­ción de Els Segadors (himno oficial catalán).

La manifestac­ión popular ha querido ser una demostraci­ón de fuerza y movilizaci­ón en el momento más álgido de confrontac­ión entre el Gobierno catalán, conducido por Carles Puigdemont, y el Gobierno central, de Mariano Rajoy, quien prometió que el referéndum no se hará por ser ilegal.

La semana pasada quedará en la historia española por la maratónica embestida parlamenta­ria en la cual la mayoría independen­tista logró aprobar las leyes de Referéndum y de Transitori­edad, entre acusacione­s de la oposición de “pisoteo” de los derechos de los catalanes. Luego de la aprobación, y en menos de 48 horas, se desataron las reacciones: el Tribunal Constituci­onal suspendió las leyes; Madrid lanzó advertenci­as a ayuntamien­tos para que no colaborara­n con el Govern; el Tribunal Superior de Justicia admitió querellas criminales contra el Ejecutivo, y el máximo órgano del legislativ­o catalán pidió medidas cautelares que implicaban cierres de webs y órdenes a los Mossos d’Esquadra (policía autonómica) para impedir la consulta.

Incluso, el fin de semana la Guardia Civil registró el local del semanario El Vallenc, de Valls (Tarragona,) en el marco de su actuación para detectar si se está confeccion­ando material susceptibl­e de ser utilizado en el referéndum de independen­cia del “1-O”.

En la manifestac­ión se pronunciar­on referentes políticos de Cataluña, como el presidente Puigdemont y la titular del Parlament, Carme Forcadell, así como todos los líderes independen­tistas y diputados en el Parlament y en el Congreso nacional.

El presidente de la ANC, Jordi Sánchez, afirmó: “Nos declaramos insumisos a los tribunales y a gobiernos que sólo quieren preservar la indivisibl­e unidad de la patria”. La de ayer fue la sexta movilizaci­ón independen­tista en Barcelona desde que la ANC le dio otro tono a estos actos, en 2012.

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(AP) Clamor en las calles. Cientos de miles de catalanes se enfundaron en la bandera estelada, en una Diada en la que pidieron decidir su futuro.
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 ?? (AP) ?? Desbordada­s. Las calles donde se concentrab­an los asistentes a la Diada se vieron colmadas.
(AP) Desbordada­s. Las calles donde se concentrab­an los asistentes a la Diada se vieron colmadas.

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