La deslumbrante Jennifer Lawrence llega con “Madre”
Jennifer Lawrence es una de las actrices más deslumbrantes del Hollywood actual. Estrena “¡Madre!”, drama cósmico de su novio Darren Aronofsky que llega esta semana.
Paradójicamente para alguien que hace de la actuación su trabajo, lo que ha hecho tan sólida la carrera de Jennifer Lawrence hasta la fecha es su capacidad para ser ella misma en cada una de sus personificaciones: directa, franca y temeraria son adjetivos que le calzan a medida tanto como el distópico uniforme de Katniss Everdeen. Desde la cruda y memorable
Lazos de sangre (2011), en la que hacía de una altruista hermana mayor, pasando por filmes oscarizados como El lado luminoso de
la vida (2013, por el que recibió el Oscar a mejor actriz), Escándalo
americano (2014) y Joy: el nom
bre del éxito (2016) a las franquicias masivas X-Men (para la que ya prepara una cuarta incursión en su rol de Raven/Mystique) y Los juegos del hambre, Lawrence siempre lució segura y efectiva en sus roles, igual de dotada para el drama, la comedia o la aventura épica.
La fortaleza de Lawrence quedó probada sobre todo en momentos de vulnerabilidad, cuando hackearon fotos íntimas de ella en 2014, cuando otra filtración virtual reveló ese año que había cobrado menos que sus colegas masculinos en Escándalo americano, cuando fue filmada el año pasado bailando
pole dancing en una fiesta de cumpleaños en Austria (Viena) y desató una polémica exagerada –en pleno rodaje de la inminente Operación
Red Sparrow, donde repite con Francis Lawrence– o cuando protagonizó su primer fracaso en taquilla, la reciente y sci-fi Pasajeros.
Pase lo que pase, Lawrence sale siempre bien parada con dosis justas de honestidad e indiferencia. De la misma manera, saca a relucir el escudo ante la vapuleada ¡Madre! de su flamante novio Darren Aronofsky, un drama doméstico, religioso y ecologista al límite del terror en el que hace de anfitriona de huéspedes inesperados (Michelle Pfeiffer y Ed Harris), que arruinan la calma que mantiene con su marido poeta (Javier Bardem).
La empresa CinemaScore, que releva opiniones de primeros asistentes, calificó al filme con la marca más baja, una F, sólo merecida por otras 11 películas en su historia. Pero en Rotten Tomatoes ¡Madre! suma un digno 68% de aprobación.
A todo volumen
La división de aguas ya se había hecho sentir en la presentación en Venecia y Toronto, donde Lawrence salió a decir que “no hicimos este filme para caerle bien a todo el mundo (...). Es a todo volumen, es agresivo y es un ataque. Darren tenía esta historia ardiendo dentro de él y tenía que sacarla afuera”. En igual sentido, Aronofsky alegó que
¡Madre! es un filme “punk”. “¿Cómo no le vas a poner una ‘F’ si es un puñetazo?”, dijo el director.
Y agregó: “Yo estaba triste y sufría angustia y quería expresarla. Filmar es un viaje arduo. La gente siempre te está diciendo ‘no’. Y para despertar cada mañana y levantarte y enfrentar todos esos ‘no’, es mejor creer realmente en algo. Quería gritar, y esta película es mi grito. Hay gente que no va a querer escucharlo. Y eso está buenísimo”.
Pulgares arriba y abajo aparte, lo cierto es que Aronofsky, promesa alternativo-mainstream del cine estadounidense por sus tempranas
Pi (1998) y Réquiem por un sueño
(2000), comenzó a espantar espectadores con El cisne negro (2010) y tocó fondo con Noé (2014), una deslucida adaptación bíblica que cimentó las bases religiosas que replica la alegórica ¡Madre! Así, es la trayectoria de Aronofsky y no la de Lawrence la que puede resentirse con un nuevo tropiezo.
La actriz, por lo pronto, además de Operación Red Sparrow y X
Men: Fénix Oscura, prepara una biopic de la fotógrafa Lynsey Addario, otra sobre Zelda Fitzgerald, y se la vio tramando algo en un almuerzo con Quentin Tarantino. Reina de casa, defiende a su pareja con espíritu maternal: “Darren es el director más valiente y controversial. Soy fan de él, y cuando me dio el guion de ¡Madre! le dije ‘Tenés graves problemas psicológicos, pero es una obra maestra’”.