Dicen que una fosa en San Vicente se cavó para basura
Meses después de la denuncia sobre fosas comunes, admiten una excavación. El fiscal da por válida la versión oficial, pese a los hallazgos del Equipo de Antropología Forense.
Nueve meses después de una denuncia pública y judicial sobre la existencia de presuntas fosas comunes en un área administrativa del cementerio San Vicente, la Municipalidad de Córdoba admitió la existencia de una fosa en el patio del crematorio, pero adujo que se excavó para enterrar basura proveniente de un horno crematorio que se incendió en 2011.
Desde que a fines del año pasado La Voz publicó los testimonios de tres empleados del cementerio que denunciaron el enterramiento de cadáveres completos, huesos, cenizas, maderas y chapas de ataúdes, las autoridades del municipio nunca habían informado sobre el enterramiento de desechos y restos de un incendio.
Según se informó, la fosa se cavó en un patio del crematorio, que no es una zona de enterramiento sino un área administrativa. En ese mismo lugar, se acaba de confirmar un trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf) publicado ayer por este diario, en el que hay otras dos fosas comunes, cuyos restos más antiguos datarían de una fecha no precisada entre 2005 y 2011, que se corresponde con las gestiones de los intendentes Luis Juez y Daniel Giacomino.
La Municipalidad afirma ahora, según consta en el expediente, que se hizo otra fosa en el mes de septiembre de 2016 para enterrar basura proveniente de un crematorio que se había incendiado. Esta fecha coincide con la que señalaron los denunciantes, quienes afirmaron que el director del cementerio y una decena de empleados, con ayuda de una Bobcat, habrían cavado y rellenado las fosas en cinco días, entre el 27 de agosto y el 4 de septiembre de 2016.
Según los denunciantes, esos enterramientos habrían sido hechos para ocultar graves irregularidades en el uso del crematorio y desmanejos administrativos en el tratamiento de los cadáveres.
El cavado de las fosas habría comenzado días después de que una empleada del cementerio denunció en la Justicia esos supuestos delitos vinculados al funcionamiento del crematorio, el 26 de agosto del año pasado.
La explicación oficial sobre la existencia de una nueva fosa no se hizo inicialmente de manera pública, sino que aparece consignada en el informe del Eaaf al que accedió este diario, donde se afirma que el director del cementerio ordenó inhumar desechos producto “de un pequeño incendio que ocurre en el viejo horno crematorio” en el año 2011 y que se habrían enterrado “cenizas, escombros y desechos”.
Vale resaltar que se permitió la presencia del director del cementerio y empleados de la necrópolis en la excavación que hizo el Eaaf, pese a que son ellos los denunciados como supuestos autores de los enterramientos.
Ayer, consultado el subasesor letrado del municipio, Alfredo Sapp, sobre por qué hasta ahora no se había mencionado la existencia de una fosa, dijo que el municipio no tiene que informar a los medios sobre el caso, sino directamente al fiscal (ver La interpretación oficial...).
El 3 de febrero de este año, el sindicato de empleados municipales (Suoem) auspició una presentación ante la fiscalía de 14 empleados del cementerio. Allí dio una versión coincidente con la del director: que el 10 de septiembre hicieron una fosa usando una Bobcat para enterrar la basura del crematorio. Hasta aportó el número del memo firmado por el funcionario municipal.
Entre los firmantes de la presentación se encuentran varias de las personas mencionadas por los denunciantes como supuestos participantes en el cavado y rellenado de las fosas. Algunos de ellos son delegados del Suoem.
Ayer, el Ministerio Público Fiscal emitió un comunicado para afirmar que las fosas denunciadas no son recientes. El comunicado se basa en documentación aportada por empleados del cementerio y sostiene que existirían dos momentos de inhumación: uno, de tres fosas comunes, excavadas en el primer semestre de 2009 para enterrar numerosos esqueletos, cadáveres y cajones acumulados producto de la rotura de un horno crematorio; y otro, en septiembre de 2016, a raíz del incendio ya mencionado. Ese comunicado también atribuye al Eaaf conclusiones sobre la supuesta inexistencia de “inhumaciones recientes”.
El tema llegó ayer al Concejo Deliberante, pero el oficialismo impidió tanto el tratamiento de una citación del secretario del área como un pedido de informes. Ambos proyectos habían sido presentados por el concejal Esteban Dómina. “Es inaudito el rechazo de los ediles”, sostuvo.