La interpretación oficial del expediente

Luego de acceder al expediente, el subasesor letrado del municipio, Alfredo Sapp, mencionó entre sus conclusiones lo siguiente:

1. Las inhumaciones habrían ocurrido en el primer semestre de

2009.

2. En septiembre de 2016 se produce un enterramiento de basura consistente en “... cenizas, escombros y desechos...” provenientes de un incendio que se produjo en el horno crematorio en 2011, pero “no cuerpos humanos”.

3. De los restos humanos existentes en una de las fosas, según el peritaje, “se encontraron restos orgánicos de tamaño pequeño (huesos) producto de la manipulación de los cuerpos calcinados durante el procedimiento de cremación. Estos restos se encontraban en forma dispersa y en muy baja densidad en el sedimento”.

4. El peritaje refiere: “Se concluyó que, por sus características y contenido, esta fosa pertenece a la señalada en los testimonios y que habría sido realizada en 2011”.

5. El peritaje concluye con resultados parciales: “Se pudo constatar la existencia de la fosa realizada para el entierro de basura producto del incendio de 2011”. Y agrega: “Se pudo constatar el episodio de inhumación (...), lo que ubica al evento en un período no anterior a

2005 y no posterior a 2011”.