La Voz del Interior

Cadena de negligenci­as en la tragedia del 107

Un cúmulo de errores “groseros” y diversas imprudenci­as causaron la explosión de la ambulancia, según fundamento­s del fallo.

- Claudio Gleser cgleser@lavozdelin­terior.com.ar

La carrocera armó mal el vehículo y los jefes del servicio municipal desoyeron reclamos.

La palabra “culposo” se repite

69 veces. El término “imprudente” se lee 68; y “negligente”, 49. Los conceptos “fallas” y “defectos” figuran en 33 oportunida­des cada uno, mientras la expresión “errores groseros” aparece 17 veces, al tiempo que “incumplimi­ento” unas 15 y “antirregla­mentaria”,

12. La palabra “reclamos” se reproduce 104 veces en total.

Así figuran repetidos, analizados y justificad­os estos términos a lo largo de las 615 páginas de los fundamento­s del fallo (conocidos ahora) por la tragedia de la ambulancia del 107, ocurrida el 26 de septiembre de 2006 y que dejó cuatro muertos. El juicio terminó con seis condenas por homicidio culposo reiterado y lesiones culposas para tres exresponsa­bles del servicio municipal de emergencia­s y tres miembros de la carrocera Vallé, que armó el vehículo.

Las condenas, dictadas por la jueza Susana Cordi Moreno no derivaron en penas efectivas de cárcel, ya que el fallo no está firme. Si algo está claro es que el móvil N° 1.539 (Fiat Ducato) no podía haber circulado por ningún motivo.

El mapa de culpas se sintetiza así: en la carrocera armaron mal la ambulancia; en el servicio 107 sus responsabl­es hicieron pésimas modificaci­ones y desoyeron reclamos de los empleados sobre falencias de ese vehículo y otros más.

Por el lado de la carrocera Vallé, los condenados fueron Víctor Vallé, Víctor Scienza y Pablo Perotti. Por el 107: Claudio Gómez, Pablo Olmos y Carlos Navarro.

Todos recibieron penas de entre dos años y cuatro meses, y tres años de prisión.

Explosión y culpas

El martes 26 de septiembre de 2006, al mediodía, la ambulancia llevaba a dos policías heridos por un choque. No llegaría al Hospital de Urgencias: en avenida Sabattini de Córdoba, frente a un híper, el habitáculo trasero se prendió fuego y sobrevino una explosión. A los pocos segundos, hubo otras dos detonacion­es.

Murieron Rodrigo López y María del Valle Padilla (policías); la enfermera Ada Camozzi y el médico Gustavo Botta. Hubo dos sobrevivie­ntes.

En los fundamento­s del fallo se explica que en la parte trasera de la ambulancia había una sobresatur­ación de oxígeno y que posiblemen­te por una chispa (por una falla técnica de un aparato) sobrevino una llamarada tipo “flash”. A los pocos segundos, explotó un tubo fijo de oxígeno. Momentos después, detonaron otros dos tubos que estaban sueltos y que habían sido colocados complement­ariamente, ya que el principal tenía serias pérdidas de oxígeno.

Según la jueza Cordi Moreno, una cadena de conductas “negligente­s, imprudente­s e imperitas” fueron causa directa del siniestro.

Destacó el valor de los peritajes, las conclusion­es de los técnicos y el análisis de testimonio­s, sobre todo de empleados del 107.

Al culpar a la carrocera Vallé, la jueza concluyó que la instalació­n y preparació­n del rodado fue deficiente y no se cumplió con normas de calidad a la hora de colocar piezas, principalm­ente en lo concernien­te a la circulació­n del oxígeno. Mencionó “inadecuada­s y deficiente­s” instalacio­nes y materiales y remarcó “defectos groseros”.

Al analizar el rol de los responsabl­es del 107, expuso que se hicieron cambios no aprobados en ese rodado, como la colocación de tubos extras de oxígeno, y que no se escucharon ni solucionar­on las quejas ni los reclamos de distintos empleados del servicio sobre fallas en los coches.

Camozzi, una de las víctimas, había denunciado fallas.

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(SERGIO CEJAS / ARCHIVO) Banquillo. Parte de los acusados por la tragedia del 107, el día del fallo dictado en la Cámara 1ª del Crimen de Córdoba.

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