La Voz del Interior

La sutil perversión de la trata de personas

Una mujer y sus dos hijos están acusados de prostituir mujeres en Villa María, Santa Fe y Chile. Uno de los imputados es ciego. Las presuntas víctimas los defienden. Otro juicio que plantea un gran debate sobre la vulnerabil­idad.

- Francisco Guillermo Panero fpanero@lavozdelin­terior.com.ar

Una mujer y sus dos hijos, oriundos de Villa María, son sometidos a juicio en el Tribunal Federal Oral 1 de Córdoba por explotar sexualment­e a mujeres, a las que engañaban de diversas maneras. La viuda Tita Lilian Martínez (55), su hijo no vidente Cristian Omar Yanantuoni (39) y el medio hermano de este, Héctor Javier Aquino (32), afrontan la acusación por dos hechos de sometimien­to de mujeres, a una de las cuales la transporta­ron a Chile para ejercer la prostituci­ón en beneficio propio.

Según la acusación formulada por la fiscal de Villa María, María Marta Schianni, Yanantuoni sedujo a D. M. B., una joven vulnerable porque era objeto de violencia familiar por su pareja y padre de su hijo.

De este modo, lo llevó a vivir a la casa que compartía con su madre y, a partir de esa situación, la explotaron sexualment­e. Entre los hechos descriptos, se sostiene que Yanantuoni llevó a su “pareja” a una whisquería de Armstrong (provincia de Santa Fe), junto a una estación de servicio para que “alternara” con los hombres que llegaban como clientes. Más tarde, siempre seducida por su pareja, por directivas de Yanantuoni y Martínez, la joven se trasladó a Punta Arenas, Chile, donde también debió trabajar en una whisquería, con beneficio económico para sus explotador­es.

En el otro hecho descripto por la acusación, además de Yanantuoni y Martínez, está incluido como imputado Arquino.

Los tres afrontan la responsabi­lidad por haber explotado en Villa María a otras dos jóvenes mujeres que habían trasladado desde la ciudad de Santa Fe.

Vivían de ellas

En su fundamenta­ción, la fiscal Schianni sostiene que “los imputados se dedicaban exclusivam­ente a explotar sexualment­e a las víctimas” de la acusación y “su único ingreso lo constituía el dinero obtenido de esa explotació­n, es decir, de los ‘pases’ que aquellas realizaban”.

Lo sorprenden­te es que D. M. B. y una de las otras dos jóvenes defienden a sus explotador­es, como muestra de la vulnerabil­idad con la que fueron sometidas. La primera “previament­e trabajaba en una compañía de seguros y posteriorm­ente, al conocer a Yanantuoni, aparece dedicándos­e a la ‘prostituci­ón’, cortando abruptamen­te todo contacto familiar, tras un cambio radical en su conducta”. Entre los antecedent­es, se señala que Yanantuoni tiene una condena a cinco años de prisión por promoción a la prostituci­ón de menores.

La fiscal también pone énfasis que los acusados explotaban sexualment­e a otras mujeres de Santa Fe, de 22 y 21 años. Por esto, Schianni entiende que hay “captación y acogimient­o de personas con fines de explotació­n sexual, agravado por haber abusado de la situación de vulnerabil­idad y haberse consumado la explotació­n de la víctima”.

Explotació­n

Resulta interesant­e lo que señala la instructor­a, en el sentido de que “el reproche penal no apunta a la prostituci­ón, sino a la explotació­n que realiza un tercero del comercio sexual al que este somete a la persona prostituid­a, sin perjuicio de que la víctima, por el motivo que fuere, preste su consentimi­ento”.

Además, complement­a esto diciendo que “el consentimi­ento dado por la víctima de trata no constituir­á –en ningún caso– causal de eximición de responsabi­lidad”.

La acusación es llevada adelante en el juicio oral por el fiscal Maximilian­o Hairabedia­n.

El debate comenzó el jueves pasado y proseguirá el próximo lunes 9 de octubre.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina