Docente detenido por “grooming” en Río Tercero: amplían la investigación
mediante comentarios, comparaciones. Lo importante es que las acciones sean idóneas para lograr el resultado de intimidación, hostigamiento o maltrato".
Por ejemplo, que un hombre en la calle le grite a una mujer una manifestación de carácter sexual u ofensiva implica un hostigamiento o intimidación, explican en el trabajo de la Fiscalía General.
¿Sólo contra mujeres?
Está abierto el debate sobre si esta figura contravencional sólo puede ser denunciada por una mujer. Si bien el nombre del capítulo seis del Código de Convivencia es “Violencia de género”, en el tipo contravencional del artículo 65° no menciona que el sujeto activo debe ser un hombre y que el sujeto pasivo tiene que ser una mujer.
En la doctrina que se cita (un trabajo del constitucionalista Vera Barros), se señala que, al parecer, el hostigamiento, el maltrato o la intimidación tienen que estar dirigidos a una mujer para que se concrete la contravención. Sin embargo, la norma no dispone que el sujeto pasivo de esas conductas deba ser una mujer, sino “otro” (ni siquiera “otra”), como expresamente se consigna, de donde se desprende una aparente inconsecuencia entre el título de la norma y la letra específica de la ley.
Dónde denunciar
En la ciudad de Córdoba, los casos de hostigamiento o de "acoso callejero" que no constituyan delito pueden denunciarse las 24 horas, todos los días del año, en la Unidad Contravencional Sur (bulevar Guzmán 1075) y en la Unidad Contravencional Norte (Antonio del Viso 756, de barrio Alta Córdoba). Mientras que en el interior provincial las denuncias contravencionales se pueden formular en cualquier comisaría. RÍO TERCERO. Un caso de grooming, que la Justicia investiga y que tiene a un docente detenido e imputado, generó una fuerte repercusión en la zona de Río Tercero y provocó las primeras reacciones para actuar ante un fenómeno del que hasta hace unos años no se tenía registro. Se llama grooming al acoso sexual de un adulto hacia menores, a través de internet y de redes sociales. Es un delito recientemente incorporado a la legislación penal.
En Río Tercero, un docente de nivel medio fue denunciado por padres de dos alumnos de 14 años, cuya identidad se preserva para resguardar su intimidad, como también la de las escuelas a las que asisten.
El fiscal Alejandro Carballo tomó numerosos testimonios en los últimos días, vinculados a la denuncia presentada hace seis meses. También citó a indagatoria a Patricio Pereyra (41), el docente de Inglés a quien ordenó detener la semana pasada. La imputación es por presunto grooming y promoción a la corrupción de menores agravada, que prevé una pena de seis meses a 15 años de prisión.
La defensa del imputado dijo a este diario que se abstuvo de declarar. Luego se ordenó su traslado a la cárcel de Bouwer.
La investigación judicial también se amplió a otras dos escuelas de pueblos vecinos a Río Tercero, en donde el detenido era también docente. Hubo en ese marco varios testimonios incorporados a la causa en los últimos días.
Reacciones
En Río Tercero, el caso generó reacciones. La inspectora de zona del Ministerio de Educación, Vilma Pastorino, anticipó que este mes comenzarán talleres con docentes y padres de escuelas de la zona. Según indicó, se apuntará a socializar estos temas y profundizar en acciones preventivas, de manera que se tome conocimiento y se faciliten herramientas para poder actuar antes de que estos problemas sucedan. Señaló, además, que será un trabajo conjunto al que se invitará a los padres, para platearles que deben supervisar también qué hacen sus hijos con celulares y computadoras.
Pastorino recordó que el Ministerio de Educación apartó de la tarea docente a Pereyra hace varios meses y lo derivó a tareas administrativas. Ese expediente se sumó a la causa judicial.
En la escuela riotercerense donde se originaron las denuncias, en tanto, la coordinadora pedagógica comentó que los chicos demandaron información sobre el tema. Se les aclaró qué pasó con el docente y que no hubo abuso, entre otras dudas que se conversaron.
Los alumnos denunciantes compartieron cinco meses el aula con quien ahora está detenido: el apartamiento se tomó recién en agosto y a fines de septiembre se produjo la detención.
Una de las madres denunciantes contó que vio los mensajes que su hijo recibió: “Un día me dijo que lo habían invitado a comer un asado a la casa, a la noche. Cuando leí los mensajes y vi que le pedía fotos desnudo, o cuando se bañaba, mi hijo le respondía: ‘Profe, mire lo que nos dice’. Entonces le pedí explicaciones al docente y negó todo. Al otro día, hice la denuncia policial, no me la quisieron tomar, me largué a llorar, al final me la tomaron y secuestraron el celular de mi hijo”, relató la mujer.