Desde prisión, el vicepresidente de Ecuador llamó a la revolución
Glas fue detenido preventivamente por el caso Odebrecht. El expresidente Rafael Correa lo respalda.
QUITO. El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, alojado en una cárcel del norte de Quito, anunció que apelará la decisión de la Justicia, que lo acusó de recibir de manera ilegal dinero de la constructora Odebrecht, y pidió a los ecuatorianos que mantengan la lucha por la revolución.
En medio de un inusual agravamiento de la crisis política del país, marcada por una división en el oficialismo, Glas expresó: “No sé cuándo podré volver a dirigirme a ustedes. Estoy a pocos minutos de entregarme a la Justicia. A los militantes les mando un abrazo revolucionario. No desmayen, peleen por su revolución”.
Glas, de 48 años, mandó un mensaje a sus seguidores a través de un video que publicó en las redes minutos antes de entregarse en Guayaquil. Desde esa ciudad fue llevado a Quito junto con su tío Ricardo Rivera, sospechoso del mismo delito. Fueron trasladados al penal de El Condado, donde seguidores con banderas de la oficialista Alianza País lo defendieron con cantos y consignas.
Glas, que insiste en negar cualquier relación con la red de sobor- nos de la constructora brasileña en Ecuador, se entregó luego de que un juez de la Corte Nacional de Justicia dispusiera su detención de forma cautelar.
La detención de Glas fue resultado de nuevas pruebas presentadas por la Fiscalía, que obtuvo nueva información de Estados Unidos sobre el caso Odebrecht, que salpica desde hace 10 meses a numerosos países latinoamericanos.
La defensa de Glas apelará la prisión y señaló que el vicepresidente pidió hacer uso de dos meses de vacaciones “para evitar rumores de ausencia temporal”.
El expresidente Rafael Correa, instalado en Bruselas, defendió ayer a Glas y cuestionó a su sucesor, Lenín Moreno. “Un hombre honesto ha perdido su libertad. Que tiemble el mundo”, escribió el exmandatario.