Rajoy no militarizará Cataluña, pero refuerza su tono in flexible
El presidente español facilitará la salida de firmas de suelo catalán y la Bolsa lo celebra. La Justicia avanza sobre el Parlamento de la región para impedir la sesión de independencia.
En medio de la tensión por la posible declaración unilateral de independencia de Cataluña, el Gobierno español aseguró que no tiene previsto enviar fuerzas militares a la región autonómica, aunque se mostró inflexible. “No vamos a permitir la independencia catalana”, aseguró ayer por enésima vez el presidente Mariano Rajoy.
Además de la faceta militar de esta crisis, la cuestión económica adquirió un papel central en las últimas horas. La Bolsa de Madrid cerró ayer con su segunda mayor suba del año, luego de que el quinto banco de España decidió abandonar Cataluña y de que Madrid dejó trascender que aprobará un decreto para facilitar la salida de empresas de la región ante el temor a que se separe del resto del país.
“Madrid no enviará el Ejército a Cataluña. Se trata de una falsa noticia difundida por el Gobierno catalán y sus seguidores”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores de España, Alfonso Dastis.
Después de la masiva represión del domingo en Cataluña, protagonizada por la Policía Nacional y por la Guardia Civil, muchas de las fuerzas de seguridad enviadas por Rajoy fueron expulsadas de los hoteles donde dormían y recibieron muestras de rechazo por parte de la sociedad civil.
En ese momento, comenzó a correr el rumor en las redes sociales y las versiones no confirmadas en los medios sobre un posible despliegue del Ejército en Cataluña, especialmente si Madrid decidía invocar el artículo 155 de la Constitución que, de ser aprobado en el Congreso, le permitirá intervenir el Gobierno regional.
Sin sesión
La desmentida del ministro Dastis llega en un momento de especial tensión, ya que el Gobierno catalán de Carles Puigdemont prometió declarar unilateralmente la independencia el lunes próximo en una sesión del Parlamento regional, que ayer el Tribunal Constitucional suspendió.
La resolución del máximo tribunal de Justicia de España reavivó la pulseada que mantiene en vilo al país y alimentó el clima de incertidumbre, especialmente luego de que la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, reconoció que aún no decidió “qué hacer el lunes”. “Pero aquí se hablará de todo”, prometió.
Sin saber qué sucederá el fin de semana, las principales organizaciones civiles independentistas, la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural llamaron a una movilización popular para el lunes, para apoyar la sesión del Parlament.
Además, pidieron respetar la convocatoria de sectores contrarios a la secesión para el domingo y evitar enfrentamientos.
En medio de este clima de tensión creciente, la segunda fuerza del país, el Partido Socialista Obrero Español (Psoe), dejó de lado las ambigüedades y se lanzó al ataque del independentismo.
Primero, la rama del partido en Cataluña presentó el amparo que provocó el fallo del Tribunal Constitucional de España. Luego, el líder de la fuerza, Pedro Sánchez, escribió en Twitter: “Evitamos un paso irreversible hacia el conflicto y ganamos tiempo para el diálogo en la Comisión parlamentaria”.
Sedes que se mueven
En tanto, el consejo de administración de Banco Sabadell acordó ayer trasladar su sede social a la ciudad de Alicante.
La Bolsa madrileña, principal mercado de valores español, cerró con un alza del 2,51 por ciento, la segunda mayor del año, tras la decisión del Sabadell, cuyas acciones subieron seis puntos porcentuales, y ante la posibilidad de que el tercer banco español y el mayor de los catalanes, CaixaBank, también abandone Cataluña.
A diferencia del Sabadell, los estatutos de CaixaBank no permiten el cambio de sede sin la aprobación de los accionistas, por lo que el Gobierno anunciaría hoy un decreto que cambia el marco normativo para facilitar el traslado.
Según fuentes del Ejecutivo, el decreto está confeccionado a medida para CaixaBank, cuyas acciones subieron ayer casi cinco por ciento. El mayor banco de Cataluña quiere acabar con la inquietud generada entre su clientela.
En contrapartida, el vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, dijo que no cree que haya una huida de empresas de la región.
Por su parte, Rajoy volvió a mostrar su inflexibilidad ante los pedidos de diálogo para resolver la crisis. “La unidad de España no puede ser objeto de ninguna mediación o negociación”, dijo el presidente en una entrevista con EFE.
“Soy partidario del diálogo, pero no para incumplir la ley o liquidar la unidad de España”, dijo, y agregó que ya recibió respaldo de las autoridades de Alemania, Francia y Gran Bretaña. “De Cataluña no se va a ir nadie por amenazas. La actuación de las Fuerzas de Seguridad fue ejemplar”, concluyó el presidente.