Las hermanas del alba
Marta Monzón protagoniza “Las hermanas del alba” en el Libertador. Adaptación del clásico de García Lorca, se ofrecerá en el FIT Mercosur. Horarios: 16 y 19.30.
Un homenaje a García Lorca, en el Festival de Teatro del Mercosur.
Marta Monzón se fue hace 27 años a Bolivia por un mes con Alberto Ramos, el responsable del proyecto que los llevó en gira. A los tres meses les dijo a los bolivianos: “Esperen un cachito, ya vuelvo”, se despidió de Córdoba y desde entonces ha construido una carrera como actriz y directora en ese país. Marta presenta hoy Las hermanas del alba, versión de La casa de Bernarda Alba, dirigida por Yadir Vázquez. Interpreta el rol de Bernarda junto con la compañía de danzas A Compás.
“En Bolivia he hecho la parte más importante de mi carrera profesional, de mi vida personal (conocí a mi marido y nuestras hijas son bolivianas). Acabo de cumplir 61 años y estoy viviendo el momento más espectacular. Estrenamos una película exitosísima, Las malcogidas; se estrena en noviembre en La Paz; estoy ensayando Cocinando con Elisa de Lucía Laragione”, dice la actriz radicada en La Paz.
En 2014 Marta se reencontró con el maestro Yadir Vázquez, cubanoboliviano discípulo de Antonio Gades, que ha bailado con Alicia Alonso (La suprema), y viene desarrollando las danzas españolas en Bolivia desde 2006.
En la versión de Vázquez, la mirada está puesta en la violencia intrafamiliar y en la rivalidad entre las mujeres a partir de constituirse Pepe el Romano en un símbolo de hombre. Monzón: “Esta versión de danza teatro para flamenco se estrenó en 2016 con motivo de los 80 años del asesinato de Federico García Lorca. Es nuestro homenaje a los artistas y poetas asesinados, desaparecidos, del mundo. Donde haya un artista desaparecido seguirá reinando la impunidad, como ha sido en su caso. También es un homenaje a la danza española y al flamenco, muchas veces vapuleada en algunos países latinoamericanos, como Bolivia, donde hay una gran tradición de danzas folklóricas regionales y autóctonas”.
Sobre su Bernarda señala: “Tengo un carácter fuerte, una personalidad muy ‘bernárdica’, pero no quería caer en el cliché. Es una mirada desde el poder y la violencia. A través del terror y la opresión, Bernarda va descascarando su propia familia: y a partir de la apariencia frente a la sociedad, construye una historia de amor, de odio y de celos”. Veinte minutos antes de cada función saldrá el cortejo fúnebre desde la Compañía de Jesús, con gran despliegue de actores y 50 músicos de la comunidad boliviana en Córdoba. “El público es el pueblo en la obra. Por eso pedimos asistir de negro”, cierra.