Noel Gallagher, el gol antes del partido transmitido en directo
“Buenos Aires es uno de mis lugares favoritos. ¿Saben por qué? Porque ustedes cantan”. Eso le dijo a la multitud Noel Gallagher antes de Champagne Supernova, el primero de los clásicos de Oasis que tocaría en su intenso set.
En una nueva visita al país, Gallagher jugó de local y buena parte del público se lo hizo saber.
Con una entendible indiferencia hacia sus primeras canciones solistas, los presentes en el estadio platense vibraron en cada instante en el que sonó alguna pieza de Oasis, esa banda que en algún momento dijo (y pareció) ser más grande que los propios Beatles.
“Olé-Olé-Olé-Olé, No-el, No-el”, se escuchó antes de Holy Mountain, el adelanto de su tercer trabajo junto a los High Flying Birds.
Gallagher tiene una banda potente y lo sabe. Combina una fila de vientos con sonido distorsionado. Rockea y ofrece sutileza en igual medida. Se acomodó sin problemas en el pequeño espacio que ocupó junto a su banda en la inmensidad del escenario. Y su visualista jugó a la psicodelia con la enorme pantalla.
Pero claro, suena alguna pieza de Oasis y el tiempo parece congelarse. Little by Little, Wonderwall (con su bello fraseo melódico modificado) y Don’t Look Back in Anger fueron coreadas por una multitud y anticiparon a la perfección el clima de cancha que llegaría al estadio con la transmisión en vivo de Ecuador - Argentina.