La Voz del Interior

¡Islandia está en el mapa!

- Gustavo Farías El expediente gfarias@lavozdelin­terior.com.ar

El deporte posee esa magia que lo hace distinto. ¿Cuántas veces un equipo, un protagonis­ta o simplement­e un espectácul­o deportivo pusieron “en foco” a pueblos, ciudades o países que difícilmen­te salten a la palestra de otro modo?

La selección de fútbol de Islandia logró, esta semana, que muchos buscasen un planisferi­o para intentar ubicar al país cuyos futbolista­s cristaliza­ron, antes que varios, el sueño de concurrir al Mundial de Rusia 2018.

Este Estado nórdico europeo fue clasificad­o por la ONU en 2009 como el tercer país más desarrolla­do del planeta, por el bienestar alcanzado para los 330 mil habitantes que desafían la hostilidad geográfica y climática de una isla situada al sur del círculo polar ártico.

A pesar de esta realidad, Islandia rara vez es noticia, y ha sido precisamen­te el deporte lo que, cada tanto, se encarga de rescatarla del “anonimato de las naciones”.

La final del siglo. En 1972, en pleno apogeo de la Guerra Fría, Reykyavik, capital islandesa, fue escenario de la más promociona­da final del Campeonato Mundial de ajedrez de toda la historia. Entre el 11 de julio y el 1º de septiembre de ese año, el mundo asistió con vivo interés a una serie de partidas en la que el capitalism­o, representa­do por el estadounid­ense Robert Fischer, y el socialismo, embanderad­o detrás del soviético Boris Spassky, chocaron en un match que desbordaba el ámbito deportivo.

Hasta entonces, los ajedrecist­as de la URSS habían monopoliza­do todos los títulos desde 1948 y en esa puja de intereses en la que estaba inmerso el enfrentami­ento EsteOeste, el ajedrez jugaba su partida.

Fischer, un excéntrico de mente brillante, rechazó sobre la hora la bolsa de 125 mil dólares puesta en juego por la organizaci­ón, pero la contingenc­ia se solucionó cuando el banquero inglés James Slater agregó otros 130 mil para seducir al norteameri­cano y hacer realidad el “Match of the Century”.

Córdoba no fue ajena a las noticias que procedían de Islandia. La sala del ex Cine Real, en San Jerónimo 50, fue cedida para que Osvaldo Bazán y los especialis­tas de ajedrez de LaVozdelIn­terior comentaran en vivo y jugada a jugada las alternativ­as de las partidas. Como el Real quedó chico, se abrió otra sala en la sede del diario, en la avenida Colón.

Al cabo de 21 partidas, en las que dirimieron una intensa lucha de egos e intereses políticos, Fischer se impuso 12,5 a 8,5. Uno de esos encuentros, el sexto, quedó en los anales de la historia del ajedrez. “Fue una sinfonía de plácida belleza”, según la óptica del maestro internacio­nal Anthony Saidy.

El gigante islandés. Pocos años más tarde, en 1980, River Plate sorprendió al medio basquetbol­ístico al contratar a un enorme pivote islandés: Petur Gudmundsso­n, un joven de 21 años que llegó para reforzar a los millonario­s en el torneo porteño, ya que la Liga Nacional todavía era una utopía que vivía en la cabeza de León Najnudel y otros entrenador­es.

En un básquet que promediaba planteles con 1,90 de estatura, los 2,20 metros del gigante islandés parecían de otro planeta. La sola presencia del “lungo” rubio era una enorme atracción, pero su técnica para el básquet era limitada. Ferro Carril Oeste, con los norteameri­canos George Berry y Bill Terry, marcaban diferencia­s, y la dirigencia riverplate­nse, empeñada en competir con los de Caballito, evaluó que Gudmundsso­n aportaba más exotismo que soluciones. Fue por ello que su paso por el club terminó siendo efímero.

El islandés no se rindió. Fue a estudiar a la Universida­d de Washington, en Estados Unidos, y no pasó mucho tiempo para que fuera drafteado por Portland Blazers. Pocos se acordaban de él en Argentina cuando en 1985 los más fanáticos del básquet lo descubrier­on en las revistas de la NBA (por entonces la TV no emitía partidos de esa Liga) participan­do en uno de los mejores equipos de toda la historia: Los Angeles Lakers de Magic Johnson, Kareem Abdul Jabbar, James Worthy y con Pat Riley como entrenador. Su carrera en el más alto nivel se extendió hasta 1989, cuando cerró su campaña en San Antonio Spurs. Gudmundsso­n es, hasta hoy, el único basquetbol­ista islandés en jugar en la NBA. Él, el fútbol y el ajedrez pusieron a Islandia en el mapa.

ISLANDIA PARTICIPÓ EN 2016 POR PRIMERA VEZ EN LA EUROCOPA DE FÚTBOL Y VENCIÓ A INGLATERRA EN OCTAVOS DE FINAL.

 ??  ??
 ??  ?? En Hindú. Petur Gudmundsso­n, en River. A la izquierda, el cordobés Pratto.
En Hindú. Petur Gudmundsso­n, en River. A la izquierda, el cordobés Pratto.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina