Una cuenta regresiva que nadie atina a detener
El presidente catalán, Carles Puigdemont, no confirmó ni negó la declaración de independencia pronunciada hace una semana ante el Parlamento de Cataluña, a la que puso puntos suspensivos apenas ocho segundos después en aras de un supuesto diálogo que no encuentra interlocutor en Madrid.
La misiva enviada desde la Generalitat fue contestada por otra que desde La Moncloa despachó el presidente español, Mariano Rajoy. En esta respuesta, el Gobierno central avisó que ha comenzado la cuenta regresiva hacia este jueves, fijado como el plazo perentorio del ultimátum lanzado a la región rebelde.
La jornada de ayer parecía sumar un nuevo capítulo dilatorio a esta película que mantiene en vilo a toda España, pero algunas decisiones judiciales parecieron acercar a las partes a un desenlace de impredecibles consecuencias.
Primero, fue el pedido de un fiscal de encarcelar por sedición al jefe de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, convertido en una suerte de héroe tras los ataques terroristas de agosto en las Ramblas de Barcelona y en Cambrils. Pero la decisión de la jueza de la Audiencia Nacional a cargo de la causa de mantener al jefe de la policía catalana en libertad supuso un alivio a la tensión que crecía hora tras hora. Tensión que escaló a su punto máximo cuando los pedidos de prisión sin fianza sí encontraron eco y derivaron en la detención de dos de las cabezas más visibles del proceso independentista: Jordi Sànchez, presidente de la Asamblea Nacional Catalana, y Jordi
HUBO DECISIONES QUE ACERCAN A LAS PARTES A UN FINAL IMPREDECIBLE EN SUS CONSECUENCIAS.
Cuixart, titular de Òmnium Cultural.
El encarcelamiento de ambos dirigentes, artífices de masivas marchas e impulsores de las consultas soberanistas de 2014 y del 1° de octubre, derivó en masivos cacerolazos en Barcelona y en otras ciudades que prometen repetirse hoy.
Mientras, el éxodo de grandes firmas de Cataluña continúa, e inscribió ayer el anuncio de Codorníu, emblemática marca de cavas, de que se va a La Rioja. Símbolos de una incertidumbre que se repotenció ayer entre ambigüedades e intransigencias. En nuestro Primer plano de hoy abordamos ese clima político, que ha vuelto a avivar un fuego que amenaza con extenderse de Cataluña a Madrid, como las llamas reales que devoraron parte de Galicia.